El peor carro de Lima. Durante 14 años, Jaime Baldoceda manejó sin brevete este vehículo sin techo, puertas, ni luces ni SOAT. Este y otros autos chatarra salieron de las pistas gracias a #NoTePases.
El peor carro de Lima. Durante 14 años, Jaime Baldoceda manejó sin brevete este vehículo sin techo, puertas, ni luces ni SOAT. Este y otros autos chatarra salieron de las pistas gracias a #NoTePases.
Juan Pablo León Almenara

Esta historia comienza con un número de ocho dígitos escrito en un papel sobre mi escritorio. Era el DNI del peor conductor de Lima. Ese mismo día, El Comercio se había propuesto iniciar una campaña en favor de mejorar la cultura vial y contribuir a que se reduzcan las cifras de muerte en nuestras pistas. La estrategia era comenzar poniéndole un rostro a la caótica realidad del transporte y el tránsito y, a partir de esta historia, desentrañar cada uno de los factores que convertían a Lima en una de las ciudades más inseguras para peatones y pasajeros. Mi trabajo fue seguirle el rastro durante dos meses, como detective en busca de su presa, para conocer todo sobre este sujeto y, en paralelo, se fueron revelando todos los vacíos que existen en el sistema vial que le permitían continuar en la impunidad.

Yo cumplía 10 años ejerciendo el periodismo, pero era la primera vez que conocía el impacto de una investigación tan minuciosa: el rostro del peor conductor de Lima llegó a conocerse en todo el Perú y circuló en medios de comunicación de una decena de países. La historia remeció las oficinas de transporte municipal y posicionó el problema vial entre las prioridades de las autoridades. Y ese solo era el comienzo.

La campaña que debía durar tres meses acaba de cumplir un año y pretende convertirse en una lucha de permanencia indefinida. Quizá la receta para haber logrado ese impacto fue dejar de contar las historias desde afuera y comenzar a ser parte de ellas. Cuando quisimos demostrar los peligros de tomar taxis de aplicación, nos convertimos en propios choferes de Uber y de Easy Taxi para descubrir que estas empresas ni siquiera conocen a sus conductores. Cuando había que comprobar la existencia de mafias en la emisión de brevetes, tuve que transformarme en postulante a chofer de combi, aprovechando mi condición de miope severo, para revelar que las escuelas de manejo y centros de salud eran simples escenografías que emitían certificados sin ningún tipo de evaluación, incluso clonando las huellas digitales de los choferes. Ambos reportajes llevaron a nuevos cambios en los reglamentos y en proyectos de ley, como el de la Autoridad Única del Transporte y la regulación de taxis. Cuando llegaron las elecciones municipales del 2018 y nuestros lectores ansiaban conocer las propuestas de sus candidatos,entrevistamos a estos aspirantes a bordo de sus propios autos para enfrentarlos al problema del tránsito, logrando un formato de video novedoso para los peruanos.

#NoTePases ha demostrado que la vigencia del periodismo depende de las historias buscadas en la calle, exprimidas hasta el final y contadas en plataformas nuevas. Y, sobre todo, que la inmediatez de Internet y la redes sociales no tiene por qué confrontarse con las investigaciones profundas que valen la pena consumir.

Portada de El Comercio
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