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A 15 años del terremoto de 7.5 grados que remeció Moyobamba y el norte del Perú

La ciudad de Moyobamba, capital de la región San Martín, fue sacudida el 25 de setiembre del 2005 por un fuerte terremoto. El sismo, que se sintió a las 8:55 de la noche, alcanzó los 7.5 grados en la escala de Richter.

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Además de afectar al pueblo sanmartiniense, el violento sismo también se sintió en Bagua, Pucallpa, Iquitos, Cajamarca, Yurimaguas, Chachapoyas, Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo, Huaraz, Lima e Ica. (Foto: GEC)
Además de afectar al pueblo sanmartiniense, el violento sismo también se sintió en Bagua, Pucallpa, Iquitos, Cajamarca, Yurimaguas, Chachapoyas, Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo, Huaraz, Lima e Ica. (Foto: GEC)
Miguel García

El epicentro fue localizado 85 kilómetros al noroeste de esta ciudad, en el distrito de Jepelacio, y tuvo una profundidad de 115 kilómetros. El movimiento duró unos 30 segundos.

El número de muertos ascendió a 20 y más de 260 personas quedaron heridas. Además, 500 viviendas fueron destruidas o afectadas y se registraron cuatro mil damnificados, según el Instituto de Defensa Civil.

Asimismo, a consecuencia de los derrumbes, sufrieron daños la hidroeléctrica de Rodríguez de Mendoza y la torre de control del aeropuerto de Chachapoyas, en la región Amazonas.

Aunque algunas viviendas no colapsaron, su estructura fue gravemente removida por la violencia del terremoto del 25 de setiembre del 2005. (Foto: GEC)
Aunque algunas viviendas no colapsaron, su estructura fue gravemente removida por la violencia del terremoto del 25 de setiembre del 2005. (Foto: GEC)

En Lamas, el punto geográfico más impactado, un 70% de las viviendas fueron afectadas: techos de calamina en el suelo, paredes convertidas en desmonte y centenares de viviendas a punto de desplomarse.

Gran parte de la avenida San Martín, la calle más importante de Lamas, quedó destruida. Tres personas fallecieron y los cientos de damnificados fueron ubicados en cuatro albergues.

El violento sismo también golpeó Bagua, Pucallpa, Chachapoyas, Yurimaguas e Iquitos. Además, se sintió en Cajamarca, Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo e incluso Lima.

En esta foto tomada por Rolly Reyna de El Comercio observamos la magnitud del daño sufrido por algunas viviendas en la región San Martín. (Foto: GEC)
En esta foto tomada por Rolly Reyna de El Comercio observamos la magnitud del daño sufrido por algunas viviendas en la región San Martín. (Foto: GEC)

El movimiento telúrico fue tan potente que las ondas sísmicas llegaron hasta Colombia, Ecuador y Brasil.

En Iquitos el público recién abandonaba el estadio Max Augustín, luego de ver el partido entre Turquía y China por el Mundial Sub 17, que en esos momentos se organizaba en el Perú. La mitad de la gente se volcó a la cancha para ponerse a buen recaudo.

En el penal San Cristóbal de Moyobamba una pared se vino abajo, por lo que la Policía Nacional tuvo que tomar medidas para evitar la fuga de los internos.

El fluido eléctrico y la señal telefónica se interrumpieron en varias ciudades del nororiente. El gobierno regional de San Martín declaró de inmediato el estado de emergencia.

A las pocas horas del sismo, empezaron a llegar vía aérea los primeros envíos de ayuda humanitaria para los pobladores de las zonas afectadas. (Foto: GEC)
A las pocas horas del sismo, empezaron a llegar vía aérea los primeros envíos de ayuda humanitaria para los pobladores de las zonas afectadas. (Foto: GEC)

El terremoto también se sintió en Lima

En la capital muchas personas salieron de sus casas debido a la duración del movimiento telúrico, que aquí también fue de unos 30 segundos.

El Instituto Geofísico del Perú informó que el temblor tuvo en Lima una intensidad de 2,5 grados en la escala de Mercalli, aunque en algunos distritos, ubicados en el este y norte, alcanzó los 3 grados.

Los enlaces entre Lima y Moyobamba se vieron saturados por algunos minutos, lo cual impidió que algunas personas pudieran contactarse con sus familiares.

Esa misma noche el alcalde de Lamas, Rafael Saavedra Díaz, comunicó que la energía eléctrica se había interrumpido y que en el hospital se atendían por lo menos a doce heridos a la luz de linternas y velas.

En Tarapoto se registraron varios heridos debido a una desordenada evacuación y algunas personas salieron a las calles con sus colchones por temor a las réplicas.

Había transcurrido ya 24 horas del fuerte movimiento de tierra y los pobladores de las zonas afectadas preferían mantenerse en la intemperie, ya sea porque sus viviendas quedaron dañadas o por el temor a las réplicas. Otros fueron reubicados en carpas instaladas por Defensa Civil. En esta foto tomada por Miguel Bellido de El Comercio se observa a un grupo de damnificados. (Foto: GEC)
Había transcurrido ya 24 horas del fuerte movimiento de tierra y los pobladores de las zonas afectadas preferían mantenerse en la intemperie, ya sea porque sus viviendas quedaron dañadas o por el temor a las réplicas. Otros fueron reubicados en carpas instaladas por Defensa Civil. En esta foto tomada por Miguel Bellido de El Comercio se observa a un grupo de damnificados. (Foto: GEC)

En Bagua, Amazonas, la población permaneció hasta altas horas de la noche en las calles. Las celebraciones por el Día de la Primavera que estaban a punto de comenzar tuvieron que interrumpirse.

En Tumbes, cuando empezó el sismo se realizaba la misa dominical en la Catedral, obligando a los feligreses a abandonar las instalaciones. En Piura, Chiclayo y Trujillo también se cortó la comunicación de telefonía celular.

Un vuelo de LAN, que iba de Piura a Chiclayo, no pudo descender en esa ciudad porque el temblor afectó el fluido eléctrico y la pista de aterrizaje no era visible. La nave, con 114 ocupantes, tuvo que volar hasta Lima, el único destino alternativo.

El territorio nacional no volvería a sufrir un movimiento de tierra significativo hasta el destructivo terremoto de Pisco, dos años después.

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