La gripe de 1918 fue más letal que la Primera Guerra Mundial

Tercera entrega de una serie dedicada a las grandes pandemias que hemos sobrevivido como país. En todas ellas, El Comercio informó y orientó a los peruanos.

Las similitudes entre la llamada “gripe española” y el actual COVID-19 son asombrosas en cuanto a su impacto en lo social y económico.
Las similitudes entre la llamada “gripe española” y el actual COVID-19 son asombrosas en cuanto a su impacto en lo social y económico.
Miguel García M.

"No vale la pena insistir en la gravedad de nuestra situación sanitaria como consecuencia del desarrollo de la terrible influenza que padece Lima y buena parte de la República. Las informaciones de este diario han demostrado la cuantía de los daños que la gripe viene ocasionando y las vidas y dolores que cuesta”. Si cambiáramos la palabra influenza por coronavirus, el párrafo que acabamos de leer podría haber sido publicado hoy. Pero se trata de una noticia aparecida en El Comercio, en diciembre de 1918, cuando la Epidemia de Gripe ya cobraba sus primeras víctimas en el Perú.

Algunas veces el peor enemigo del hombre es mucho más pequeño que él: casi invisible. En medio de la llamada Gran Guerra (1914-1918), brotó un inesperado protagonista: la gripe. Este conflicto bélico se saldó con más de 31 millones de muertos. Pero la mortífera gripe se llevó a la tumba a 50 millones de personas. El brote virulento de esta letal enfermedad cruzó fronteras y llegó hasta nuestro país, luego de cobrar sus primeras víctimas en marzo de 1918, en Estados Unidos.

“La oscuridad que reina aún sobre los modos de propagación y de difusión del germen de la enfermedad, coloca a los ‘higienistas’ en situación de incertidumbre para indicar las medidas de prevención del contagio”, dice la nota del 14 de diciembre de 1918. El análisis corresponde a Carlos Enrique Paz Soldán, médico sanmarquino, historiador y periodista, precursor de la medicina social y colaborador de El Comercio bajo el seudónimo de “Doctor Percy”.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

“El aislamiento severo de cada caso, la buena conducta higiénica del personal de asistencia y la vigilancia de la convalecencia para prevenir los portadores sanos de gérmenes” son las directivas que debe tomar en cuenta una autoridad sanitaria consciente de las calamidades públicas que constituyen las epidemias, dice Paz Soldán en su artículo “El Estado y la actual epidemia de gripe”. Asimismo, “es importante la conveniente asistencia profesional y la defensa de los intereses económicos de los enfermos, amenazados por la especulación de los comercios de droguería (farmacias) –que tiene obligadamente en la demanda de ciertas drogas, una ocasión para aumentar los precios, arrastrados por el espíritu de lucro y las inflexibles reglas de la oferta y la demanda-, apunta el columnista.

No exageran quienes sostienen que lo que vivimos en estos momentos -la epidemia del coronavirus- ya lo hemos experimentado. Las similitudes entre la llamada “gripe española” y el actual COVID-19 son asombrosas en cuanto a su impacto en lo social y económico. Como por ejemplo la especulación de algunos productos. Actualmente es difícil conseguir alcohol, mascarillas, guantes, etc., como sabemos.

Desinfección de tranvías y escuelas

El 16 de diciembre El Comercio dice: “El Gobierno conformó el Consejo Superior de Higiene, ente dedicado a encarar la grave crisis sanitaria”. Está integrado por Manuel Vinelli, ministro de Fomento y Obras Públicas, que supervisaba también el tema de la higiene; Augusto Pérez Araníbar, director de la Beneficencia Pública; y el alcalde de Lima, Luis Miró Quesada; así como el decano de la Facultad de Medicina y el presidente de la Cámara de Comercio, entre otros.

Para ese día la situación ya era crítica. La gripe estaba recrudeciendo, tanto en Lima como en todo el país. Se había establecido, como medidas obligatorias, la desinfección de los tranvías, los lugares de espectáculos y las escuelas; y el reporte por parte de los médicos de los casos detectados. El Consejo también adoptó disposiciones como la publicación diaria del número exacto de víctimas, para no caer en cifras alarmistas.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

Debido al deficiente servicio de algunos hospitales, dada la cifra considerable de enfermos, se decidió habilitar algunos locales del fisco, el antiguo manicomio o algunas escuelas. Se estableció, asimismo, el nombramiento de médicos especiales, quienes tendrán como ayudantes a jóvenes estudiantes de medicina, cuya misión principal consistirá en atender gratuitamente a los enfermos de gripe.

Distanciamiento social

Se prohibió la concurrencia a los sepelios y el envío de aparatos florales a la casa de los fallecidos. Incluso, el alcalde se comprometió en reglamentar el número de carruajes que podían ir al cementerio.

“Combatiendo siempre las aglomeraciones de gente, como medida de profilaxis, se ha resuelto suprimir las ceremonias de repartición de premios en los colegios”, dice la nota.

En cuanto a los espectáculos públicos, no se llegó a un acuerdo. También quedó aplazada la discusión sobre el cierre de escuelas, por tenerse en cuenta que estaban casi por terminar las labores del año.

En algunos casos, la sociedad empezó a organizarse. Un grupo de jóvenes del Callao fundaron una asociación destinada a hacer propaganda a favor de la higiene local, adoptando medidas para conservar el aseo de las calles y para difundir entre las clases populares los hábitos de limpieza.

La influenza se extiende por todo el país

Para el 23 de diciembre las informaciones llegaban de todo el país. Desde Huánuco un grupo de personas se “dirigió al Gobierno solicitando auxilios para combatir la epidemia en vista de la negligencia de la municipalidad ”Incluso, el periódico local “El Huallaga” dejó de salir por enfermedad de su director y de sus empleados. Mientras en Huari, Ancash, “la influenza sigue propagándose favorecida por la estación, pues llueve intensamente y de noche el frío es intenso”.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

Y desde Chiclayo el reporte indica que “la situación sanitaria es muy alarmante, pues continúa expandiéndose la gripe”. Finalmente, en Caravelí, Arequipa, “la epidemia de gripe continúa desarrollándose”, informó El Comercio.

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