Las dos últimas pandemias que marcaron al Perú y de las que aprendimos muy poco

Última entrega de una serie dedicada a las grandes pandemias que hemos sobrevivido como país. En todas ellas, El Comercio informó y orientó a los peruanos.

Una imagen del Archivo histórico de El Comercio de la pandemia del cólera en los 90. (Foto: El Comercio)
Una imagen del Archivo histórico de El Comercio de la pandemia del cólera en los 90. (Foto: El Comercio)
Lilia Córdova y Jean Pierre Andonaire

Ni bien comenzaba la última década del siglo XX, el Perú tuvo que hacer frente a la epidemia del cólera. Pescados y mariscos desaparecieron de la mesa de los peruanos porque se detectó que eran portadores de la bacteria. Años más tarde, durante el invierno 2009, hizo su aparición el virus AH1N1 convirtiéndose a pasos agigantados en la primera pandemia del milenio. En ambas situaciones de emergencia El Comercio estuvo con sus lectores escuchando y resolviendo sus dudas.

El cólera y su furioso paso por el Perú

Esta enfermedad producida por la bacteria ‘Vibrio Cholerae’ registró sus primeras pandemias en el continente asiático entre los años 1817 y 1923. Aunque no llegaría al Perú hasta finales de enero de 1991, provocando un fuerte brote epidémico. Todo empezó el 1 de febrero de ese año, cuando 70 soldados del cuartel Miguel Grau de Piura fueron internados tras presentar los síntomas. Así lo informó El Comercio en su portada. Desde ese momento, el personal sanitario de la ciudad norteña mostró su preocupación por la causas de los contagios e indicó que se estaban tomando medidas para la prohibición del consumo de agua potable no hervida.

Con el pasar de los días, los casos fueron creciendo en ciudades como Piura, Chimbote, Chancay, Lima y Callao. Por eso, la noche del 4 de febrero, el Instituto Nacional de Salud anunció en conferencia de prensa el inicio de la epidemia, que ya había dejado un saldo de 23 personas muertas y más de 500 infectados en todo el país. En medio de la crisis, el Gobierno recomendó el consumo de agua hervida y de alimentos bien cocidos; así como el lavado de manos constante y evitar el consumo de mariscos y pescados crudos. También prohibió visitar las playas del litoral y erradicó a los vendedores ambulantes de comida, sobre todo de cebiches y mariscos.

Foto: Archivo El Comercio
Foto: Archivo El Comercio

Tras registrar más de tres mil casos y reportar la muerte de 30 personas, el Ejecutivo declaró en emergencia sanitaria por 120 días a las ciudades afectadas por la enfermedad y aprobó la creación del Fondo de Emergencia de Lucha contra las Epidemias. Además, dispuso que todos los hospitales y centros de salud a nivel nacional prestaran atención gratuita a pacientes con los síntomas.

El 10 de febrero de ese verano de pesadilla, El Comercio anunció que las investigaciones realizadas por el Minsa determinaban que los mariscos y peces eran los portadores de la bacteria. Esto fue confirmado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Desde ese momento, se tomaron fuertes medidas para erradicar la enfermedad: incrementaron la dosificación de cloro en las plantas de tratamiento y pozos de agua potable del país, y cerraron algunas bocatomas. Luego, crearon varias campañas para evitar otra vez los contagios masivos.

Foto: Archivo El Comercio
Foto: Archivo El Comercio

Gripe AH1N1: la primera pandemia del siglo XXI

“México está en alerta por un brote de gripe porcina que ha dejado unos 20 muertos, mientras se estudian otros 45 decesos”. Así comenzó el decano a informar sobre la que sería la primera pandemia del siglo XXI. Hacia fines de abril de 2009 se conocieron los primeros casos de una variante desconocida de la gripe A estacional, la AH1N1, en México y Estados Unidos. Las repentinas muertes relacionadas con la enfermedad hicieron que creciera el pánico a nivel mundial.

Foto: Archivo El Comercio
Foto: Archivo El Comercio

El entonces presidente Alan García pedía a la población cambio de hábitos de higiene, mientras EE.UU. liderado por Barack Obama aplicó desde el inicio un plan de batalla para cortar el brote. El ministerio de Salud decretó la alerta amarilla en todos los hospitales. Los vuelos hacia y provenientes de México fueron suspendidos. Las autoridades hacían guardia en el aeropuerto Jorge Chávez para detectar los primeros casos de gripe AH1N1. Un avión que se dirigía a Buenos Aires aterrizó de emergencia debido a que una pasajera de nacionalidad argentina presentaba los síntomas. La reacción errática del gobierno solo avivó la incertidumbre en la población. Días más tarde se confirmaría que fue una falsa alarma.

Recién el 15 de mayo se confirmó el primer caso en una peruana que llegó de Nueva York. Para finales de mes habían 36 casos confirmados con la gripe. En junio se registraron las dos primeras muertes en el país: una señora de 38 años y una niña de 4, residentes en los distritos de El Agustino e Independencia, respectivamente. Los hospitales atendían a su máxima capacidad.

Así se protegían los pasajeros en el aeropuerto Jorge Chávez durante la pandemia de la gripe AH1N1. Foto: Richard Hirano/ Archivo el Comercio
Así se protegían los pasajeros en el aeropuerto Jorge Chávez durante la pandemia de la gripe AH1N1. Foto: Richard Hirano/ Archivo el Comercio
/ RICHARD HIRANO

Se suspendieron las clases escolares tomando en cuenta que la mayoría de contagiados eran niños y jóvenes de hasta 19 años. La gran Parada y Desfile Militar se realizaría en diciembre de ese año. El Comercio se sumó a los esfuerzos para educar a la población sobre cómo evitar el contagio a través de infográficos recortables publicados en su primera plana. La gripe AH1N1 mató en menos de doce meses a más de 11.500 personas. En Perú unas 203 personas no lograron vencer al virus y se confirmaron 9.062 casos. La seguridad llegaría con una nueva vacuna.

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