Los presidentes peruanos de los años 80 y 90 y sus discursos en la ONU

A propósito de la presencia hoy del presidente peruano Martín Vizcarra en la Asamblea General de las Naciones Unidas, recordamos estos tres casos emblemáticos de presidentes peruanos de los años 80 y 90 que, en momentos claves de la historia del Perú, hicieron escuchar también sus voces en el más alto escenario político y diplomático del mundo.

Belaunde y su espíritu crítico en las Naciones Unidas

El 28 de setiembre de 1984, el entonces presidente Fernando Belaunde Terry se presentó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y su secretario general, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, con un discurso emotivo y crítico en que denunció ante la comunidad internacional la agresión del “colonialismo financiero” y el “terrorismo”.

En 25 minutos de discurso, el presidente Belaunde sintetizó la posición del Perú ante estos flagelos económicos y sociopolíticos, por los cuales los países en vías de desarrollo afrontaban graves problemas como el desempleo, las protestas sociales y la penetración ideológica.

El presidente peruano explicó su lema “austeridad sin recesión”, con lo que recusó la aplicación de “recetas” económicas del FMI, sin antes complementarlas con políticas de incentivo al empleo y de crédito para el desarrollo. Por otro lado, el terrorismo fue otro punto clave en su intervención. Era por esos años un tema dramático para el país. Belaunde lo enfrentó vinculándolo con un movimiento internacional financiado por el narcotráfico, que amenazaba la vida de los peruanos. La ONU reconoció el valor y coraje de las palabras del presidente Belaunde.

García y su poder de convencimiento en la ONU

Al año siguiente, el 23 de setiembre de 1985, con pocos meses en el poder, el presidente Alan García Pérez fue enérgico y persuasivo, con una agenda que proponía centralmente: el desarme militar en la región, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico sin cuartel, pero respetando el orden legal y, lo más trascendental de su alocución: el problema de la deuda externa de nuestros países.

Al igual que Belaunde el año anterior, García fue recibido por el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar; ante él y toda la Asamblea sostuvo la necesidad de una reforma del sistema monetario y de un reparto de la liquidez mundial de forma más justa. Advirtió, además, a los organismos internacionales que, en las condiciones económicas de ese momento, era inviable el pago de la deuda externa. Más aun, García señaló que el Perú era capaz, en mérito a su autonomía nacional, de abandonar los tratos con el FMI si este no cambiaba la lógica del juego económico.

El presidente García fue provocador al señalar que la administración Reagan (EE.UU.) debe frenar el consumo de drogas en su país, pues se trata del principal mercado de las drogas. Fue muy aplaudido, y terminó levantando los brazos como si estuviera en Lima, en un mitin político.

Fujimori muestra carta de rendición del terrorismo

El 1 de octubre de 1993, ya con el referendo popular que aprobaría la nueva Constitución encaminado, el presidente Alberto Fujimori aprovechó el escenario global de las Naciones Unidas para dar un discurso muy corto, el menos extenso de los últimos años, y así dar una noticia: la carta manuscrita de los terroristas Abimael Guzmán y Elena Iparraguirre, en la que pedían negociar un acuerdo de paz.
Fujimori fue tajante para indicar que rechazaba esa intención de paz de quienes nunca creyeron en ella. No habría ninguna negociación ni concesión con Sendero Luminoso, dijo. Para el presidente peruano en la ONU esta carta era la muestra de la rendición de ese grupo terrorista que aun hacía estragos en el interior del país.

Su discurso consistió solo en cinco páginas que leyó sin pausa y donde abordó además la situación de ingobernabilidad que enfrentó su gobierno, en medio de una encrucijada entre detener la crisis y el terrorismo o ver acabado el país. Su brevedad y dureza causó asombro entre los miembros de la ONU.