(Jéssica Vicente / El Comercio)
(Jéssica Vicente / El Comercio)
Enrique Planas

Seis periodistas españoles han sido invitados por el Ministerio de Cultura y Promperu para conocer el arte contemporáneo local. Durante años, han reporteado al interior de , la Feria de Arte Contemporáneo más importante de España, y llegan a conocer lo que sucede en el país invitado de su próxima edición. Sin embargo, lo primero que les sorprendió es que, antes de entrar a alguna galería o sala de museo, hayan pasado una mañana en el milenario Santuario de Pachacámac.

Al inicio no pescaron la conexión. Sin embargo, mientras más tiempo pasaron interactuando con artistas locales e instituciones culturales, más les resultó evidente: Laura Revuelta ("ABC"), Ferran Bono ("El País"), Elena Vozmediano ("El Mundo"), Teresa Sesé ("La Vanguardia") y los corresponsales de arte de las agencias Efe y Europa Press, Carmen Sigüenza y Eduardo Blanco, advirtieron la urdimbre que conecta pasado milenario con nuestro complejo presente. Para llegar al arte contemporáneo peruano, es necesario descubrir primero su historia originaria. El Comercio los reunió el pasado 21 de noviembre para compartir sus ideas.

— ¿Qué primeras impresiones pueden contarnos de su primer contacto con el arte contemporáneo del país?
Elena Vozmediano: Estamos conociendo a los participantes tanto de la feria como de las actividades paralelas. Percibiendo un gran deseo de estar, como quien sabe que de no estar dentro se pierde algo importante. Eso es muy bueno para ARCO, porque no se trata que tener que convencer a otros países de que España es un lugar al que vale la pena ir. Está claro que el Perú ha entendido que es una plaza a conocer.
Carmen Sigüenza: Estamos conociendo. Vemos que, para llegar al arte contemporáneo peruano, tenemos que descubrir su historia y su origen.
Ferran Bono: Estuvimos ayer en el santuario de Pachacamac. Para mí fue sorprendente que, en una visita dedicada al arte contemporáneo, empezáramos por descubrir los vínculos del arte contemporáneo con el pasado.
Elena Vozmediano: Está claro que para los artistas peruanos España no es una desconocida. Muchos de los que están participan en la feria han trabajado con galerías españolas y centros de arte. Incluso han vivido allí. Y les conocemos, por supuesto.
Teresa Sesé: Conocemos artistas peruanos que exponen en España, pero nunca habíamos pensado que venían de un lugar con tantas dificultades y tan pocos espacios para el Arte Contemporáneo. Te da qué pensar. Son artistas que luchan en desigualdad de condiciones, que lo tienen bastante más complicado. El impulso que llevan dentro debe ser extraordinario para conseguir sobresalir en esas condiciones.

— ¿Cuál es la influencia de Arco dentro del sistema de las artes en España?
Laura Revuelta: ARCO tiene 38 años de historia. Terminada la dictadura, acompañó a la transición, creciendo a la par del país, con su desarrollo cultural y artístico. Con lo cual tuvo una influencia muy importante. Es una feria muy popular. Para mucha gente, incluso para los que no val a los museos en todo el año, es el gran encuentro artístico. No tiene la influencia en la modificación de la sociedad de sus primeros años, pero sigue siendo muy querida por el público y por los medios de comunicación.
Elena Vozmediano: Quizás podríamos resumirlo así: antes, ARCO fue el único evento artístico. Hoy es el gran evento artístico.
Ferran Bono: También hay un debate en España sobre la influencia de ARCO, pero vemos que sigue siendo importante su intercambio comercial. La feria juega su papel. Y se ha convertido también en un símbolo de diplomacia cultural.
Elena Vozmediano: La importancia de ARCO puede medirse en paralelo a la evolución del coleccionismo en España. Hasta la crisis, los museos y las instituciones tenían un compromiso de gastar una cantidad importante de su presupuesto de adquisiciones anual en ARCO. También las colecciones privadas de bancos y de grandes empresas. Por ello, había una expectativa gigantesca de las galerías por participar, sabían que había mucho dinero para invertir. Pero con la crisis todo se detuvo. Antes una galería que no participaba en Arco era un verdadero drama, porque se jugaba la supervivencia económica, mientras que ahora ya no es tan determinante para ellas participar, aunque un gran porcentaje de ventas anuales se siga haciendo allí. Poco a poco, se ha ido desarrollando un coleccionismo privado que compra en la feria pero también fuera de ella, en otras ferias internacionales.
Laura Revuelta: Antes, cuando surge Arco, no había coleccionistas en España. Solo habían instituciones, museos y bancos que compraban. Cuando llegó la crisis, estas instituciones, el principal sustento de la feria, perdieron capacidad adquisitiva. Y fue cuando se tuvo que crear otro tejido, el de pequeños coleccionistas, que se ha ido manteniendo en estos años de crisis y transformación.
Elena Vozmediano: En ese cambio participaron coleccionistas extranjeros. Cuando empezó a ser más difícil cumplir sus objetivos económicos, la feria creó un programa de invitación a coleccionistas. Perú lleva tiempo participando en Arco con sus galerías, primero Lucía de la Puente, hoy Livia Benavides. Artistas peruanos han expuesto allí a lo largo de estos años y, probablemente, los coleccionistas peruanos que han sido invitados ya conocen el medio artístico español.

— ¿Los cambios post crisis de ARCO marcaron una nueva relación con América Latina?
Laura Revuelta: Mucho. Arco perdió su gran oportunidad de ganar el mercado latinoamericano el día que no logró colocar su bandera como franquicia en Miami. Allí perdió su gran oportunidad de convertirse en un aglutinador de mercado del arte hispanoamericano y todo lo que ello implica.
Ferran Bono: Hay una explicación: Cuando surge ARCO, España quería ser parte de Europa y por ello dejó de mirar a Latinoamérica. Luego, cuando vieron que Estados Unidos y México empezaban a ganar terreno, se dieron cuenta del tiempo perdido.
Teresa Sesé: Sin embargo, al final el interés del público español, sea por una cuestión de cercanía histórica o psicológica, siempre estuvo más cerca de los artistas latinoamericanos que, por ejemplo, el arte holandés o el belga.
Eduardo Blanco: Incluso el Museo del Prado ha girado recientemente su atención y quiere abrirse a Latinoamérica. Ya empezó con una cátedra de un año dedicada al arte de la región.
Elena Vozmediano: Los galeristas españoles hacen las Américas. La feria Art Lima es un ejemplo de ello. Las ferias latinoamericanas son una oportunidad de negocio muy clara para las galerías españolas. Aquí encuentran un mercado que no está agotado como el español.
Laura Revuelta: Antes, a las galerías españolas les bastaba con estar en Arco. Tras cambiar las circunstancias económicas, están obligadas a hacer muchas otras.
Elena Vozmediano: Y aquí tienen facilidades. No son ferias excesivamente caras como las europeas o las orientales, que tienen un éxito muy poco seguro. En Latinoamérica tienes facilidad de Acceso y de comunicación.
Laura Revuelta: Hasta un momento determinado, en España se desconocía el arte latinoamericano. Fueron los anglosajones, empezando por la Galería Tate, los que abrieron sus puertas al arte latinoamericano. ¡Y eso pudimos haberlo hecho nosotros! Pero llegamos después. Perdimos la ocasión de ser pioneros en ese reconocimiento internacional.

— ¿Cuánto se sabe en España del arte contemporáneo peruano?
Laura Revuelta: Muy poco. Conocemos artistas individualmente. Pero no tenemos una visión histórica.
Elena Vozmediano: Pienso en Sandra Gamarra, Fernando Bryce, Miguel Aguirre, Ximena Garrido Lecca, Gilda Mantilla y Raymond Chávez. ¡A la fantástica Teresa Burga recién la hemos podido conocer ayer!
Laura Revuelta: Teresa Burga es un gran personaje, muy representativo de lo que ha pasado con las mujeres en otros ámbitos. Artistas ya veteranas que han estado olvidadas a lo largo de toda su vida y que ahora emergen a la superficie.
Teresa Sesé: Y fue gracias a una exposición en la Tate de Londres y su participación en la Bienal de Estambul del 2010 que su trabajo volvió a ser conocido.
Elena Vozmediano: Los artistas que conocemos son los relativamente jóvenes, aquellos que se han movido y han hecho mundo. Eso sucede porque el Perú no ha tenido una iniciativa gubernamental que apoye la internacionalización del arte peruano.

— ¿Qué tan importante es desplegar su presencia en Madrid para un país invitado por ARCO?
Elena Vozmediano: Para mí, es mucho más importante que la exposición en la misma ARCO. ¡En la feria se pierde todo entre tantos stands iguales! Hay que hacer un esfuerzo gigantesco para mantenerse atentos. Pero en Madrid, cuando tienes tiempo y puedes recorrer las exposiciones, es cuando aprender y tienes más posibilidad de conocer movimientos, las facetas de la producción artística del país. Eso siempre depende del esfuerzo económico que haya hecho cada país invitado. Si hay un programa bien diseñado e interesante, el público estará dispuesto a profundizar lo que en la feria no se puede.
Ferran Bono: Tengo la impresión de que, como invitado, Colombia dejó mucha más huella que Argentina. Su programa era un bombardeo permanente de actos y eventos.
Laura Revuelta: Sea como sea el esfuerzo, es una buena oportunidad para mostrar la creación artística de un país. Por ejemplo, nosotros no teníamos idea de la profunda relación en el Perú entre el arte prehispánico y el contemporáneo. ¡Y eso lo hemos descubierto aquí! Que el público pueda descubrirlo en Madrid, será muy bueno.

EN CIFRAS
- En ARCOmadrid 2019 participarán 24 artistas peruanos.
- Siete galerías locales se harán presente.
- El stand del Estado Peruano tendrá 150 m2.
- Más de un millón de personas asistirá a la feria, que se realizará en España del 27 de febrero al 3 de marzo.

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