(Foto: Reiva)
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Redacción EC

Los se han vuelto cada vez más comunes en la población peruana. Estas son enfermedades médicas graves que se caracterizan por alteraciones de las conductas alimentarias. Hay ocasiones en las que las personas se pueden preocupar por su salud, peso o apariencia, pero cuando se llega a los extremos es cuando ya se podría tratar de un trastorno alimenticio.

Los más frecuentes incluyen la nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos. Cada uno de estos está asociado con diferentes síntomas, pero a veces coinciden. Por ello, como ya se acerca , época en la que disfrutamos más de la comida, debes saber comprender y ayudar a aquellas personas que tienen estos trastornos para que en una fecha tan especial no se sientan mal.

¿Cómo puedes ayudar?

La psicóloga Azahara Nieto dio algunas recomendaciones al Diario El País para ayudar a aquellas personas que tienen algún trastorno alimenticio y quieren estar en la cena navideña.

  1. No opines sobre el físico de nadie: Esto puede hacer que se sientan mal. En su lugar, si realmente te preocupa, puedes preguntar “¿Qué tal te encuentras?”.
  2. Para alagar no uses referencias estéticas: Trata de no halagar a alguien por verse más delgado, sino por el lado más emocional. Por ejemplo: “te veo feliz”, “eres muy valiente”, “estoy orgulloso de ti”, “menuda fuerza tienes”, “te admiro”, etc.
  3. No insistas con la comida: Cuando te encuentres frente a una persona con un trastorno de alimentación pueden ofrecerle comida, pero no insistir. Algunas personas optan por decir frases como: “¿De verdad me lo vas a despreciar?”, “Lo he hecho especialmente para ti”. Ese tipo de comentarios no ayudan, solo hacen que la otra persona se sienta culpable.
  4. Comer no es el único plan que se puede hacer: Se pueden organizar planes que no necesariamente impliquen comer toda la noche, como jugar juegos de mesa, abrir los regalos o ver las luces de Navidad o puedes preguntarle a la otra persona que le gustaría hacer.
  5. No hables del cuerpo de los demás: No se tiene por qué comentar del físico de otra persona, existen muchos tipos de cuerpo en el mundo y no todos son como se muestra en los anuncios de bikinis. El hablar del cuerpo de otra persona hace que se caiga en la comparación y de ella solo surge insatisfacción corporal y malestar. Nuestro cuerpo nos permite vivir y, por eso, merece todo nuestro respeto y, por supuesto, el de los demás, también.
  6. Deja de mencionar la “dieta” después de las fiestas: Una persona que pasa por un trastorno alimentario tiene terror a la comida, a ganar peso y a sentir hambre, por lo que poco ayudan los comentarios que invitan a hacer dieta después de las fiestas.

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