El artista Lennart Van Uffelen decidió demostrar que la funcionalidad de las cosas está muy sobrevalorada al crear una serie de muebles averiados a la que ha bautizado como Functionality kills the fun.
“Los productos se vuelven más interesantes cuando realizan su tarea de forma parcial o pobre”, explica el Van Uffelen. Para él, un artista suele limitarse al crear un objeto al pensar en la funcionalidad que debe tener en vez de plasmar la idea que desea al 100%.