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Azul: el color del momento en decoración y cómo emplearlo - 5

Un color intenso y con personalidad es -sin cuestionamientos- el azul. “Se caracteriza por ser una alternativa vibrante, que aporta elegancia y sensualidad al espacio. Si aplicas azules oscuros o claros como acento (cuadros, cojines y lámparas), lograrás una propuesta sofisticada y sobria. Si lo utilizas en los techos y paredes, el resultado es una atmósfera dinámica y llena de energía”, resalta la arquitecta Karím Chaman.

La fuerza que emana el azul es ideal para brindar carácter a los espacios. Acompañado de elementos de tonalidades claras, como el blanco o beige, en accesorios, marcos de fotos, lámparas de mesa u otros adornos, ayudan a realzarlo, equilibrarlo e irradia frescura. “Puedes lograr una propuesta elegante al incluir elementos u accesorios dorados. Incluso es posible alcanzar un efecto rústico al mezclarlo con marrones y tonos tierras”, indica la arquitecta Paula Vecco, de DecoStudio. 

Si lo combinas el azul con naranja, rojo, turquesa, amarillo o menta, en proporciones balanceadas, puede lucir marcados contrastes y proyectar un ambiente vintage. Esta misma estética se consigue al recurrir a sus tonalidades más delicadas, como el turquesa, aguamarina y celeste.

EN CUALQUIER AMBIENTE
Emplea el azul en los espacios que deseas realzar. En la sala, incorpóralo en volúmenes importantes, ya sea un sofá de tres cuerpos o un par de butacas; separadores de ambientes o una pared principal. También puedes aplicarlo en cojines, tapices, accesorios, una pieza de arte o en algún mueble que desees destacar.

Mariella Savastano, docente de la carrera de Diseño Profesional de Interiores de la (UPC), aconseja disponerlo en los reposteros bajos de la cocina con un acabado en poliuretano brillante o mate y mantener el tablero en color blanco, para lograr un acertado contraste entre los muebles y la encimera.

Es un color versátil, que cae bien en ambientes masculinos y femeninos. “Funciona en un dormitorio para ellos al emplearlo con tonalidades grises o negras, y en la sala, si añades adornos en acero. Una propuesta femenina se obtiene al combinarlo con el bronce o tonalidades pasteles, como el palo de rosa”, refiere Karím Chaman.

Los ambientes que priman el azul, requieren de luz cálida para brindar profundidad y énfasis a los detalles y texturas. “Esto permite crear una sensación relajante dentro del espacio, además reproduce mejor el tono original del color”, puntualiza Savastano. Si hablamos de materiales, el azul denota elegancia si se conjuga con el acero, bronce, mármoles claros, enchapes de espejos y madera oscura o clara.

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