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Rosa Aguilar

La manera más sencilla para otorgarle mayor claridad a los ambientes es optar por pintar las paredes de tonos claros. “Blanco es el tono más luminoso, ayuda a que las estancias pequeñas se perciban más grandes. Además aporta una atmósfera de serenidad”, indica el interiorista Diego Olivera. Agrega que otras gamas que se pueden usar son el gris y arena. La arquitecta Diana Reátegui comenta que si deseas que los espacios tengan un look más colorido, es posible usar tonalidades pastel. Todas las paletas claras pueden exhibirse en las paredes o en el mobiliario.

Para potenciar más la luminosidad, usa revestimientos claros en el piso. Opta por madera (bambú, roble), mármol (kallistone, de Carrara), laminado, cerámico o porcelanato.

En los sofás de mayor tamaño, cortinería y ropa de cama también puede predominar una gama suave. Para darle movimiento, prefiere telas texturadas. Evita que las estancias luzcan frías, usando acentos de color en butacas, los cojines, marcos de cuadros o espejos, adornos y tapas de libros.

Los muebles pueden ser de madera de tono claro (pino americano y el tornillo) o estar pintados de blanco, crema o marfil. También se usan materiales traslúcidos, como el vidrio y el acrílico, pues permiten pasar la luz.

Una pieza clave para brindar amplitud y duplicar la luz de los ambientes, es el espejo. Ubícalos de preferencia frente a una ventana o de otro ingreso de luz natural, como una mampara.

En cuanto a la iluminación artificial, las estancias deben contar con una luz general en puntos perimetrales del ambiente o en el centro, y complementar con lámparas de pie, pared o mesa. Opta por una iluminación cálida (amarilla).

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