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Rosa Aguilar

Existen piezas llamativas y de bajo costo capaces de realzar cualquier ambiente. Los platos decorativos, ya sea por su colorido o motivos artísticos, son la alternativa perfecta para darle vida a los muros, en lugar de los cuadros. Selecciona los más vistosos y arma una composición, jugando con sus tamaños, formas y matices. Pueden ser de cerámica, porcelana o madera. Los de porcelana pueden costar desde S/80 en mercados de pulgas.

“De igual forma, los discos de vinilo dispuestos en la pared a diferentes alturas son capaces de darle dinamismo a cualquier estancia e imprimir una atmósfera retro”, indica el interiorista Víctor Callahui. Otras piezas que aportan originalidad son las maletas de madera o cuero, y una forma de lucirlas es apilándolas de mayor a menor tamaño para crear una mesa de centro en la sala o una mesa de noche en el dormitorio. En función a su estado, las puedes encontrar desde S/80 hasta S/150 en tiendas de antigüedades.

De la misma manera, es posible darle un toque fresco a cualquier estancia con floreros. Utiliza los de tonos intensos (naranja, rojo o amarillo), estos pueden valer desde S/40 en tiendas de decoración.

PIEZAS DESTACADAS
“Los espejos son elementos que llaman la atención porque hacen una réplica de su entorno. Puedes envejecer los marcos (con un acabado al wash o decapado) o colocarles uno de pan de plata u otro para que destaquen, y emplazarlos en el comedor, la sala o sobre una consola”, dice la interiorista Lucía Neira.

Los cojines son otro complemento, que además de aportar color, añaden movimiento con sus tramas geométricas y lineales. Estas piezas cuestan desde S/50 (50 cm x 50 cm). Igual de atractivos son los maniquís antiguos de pie, capaces de aportar un toque clásico y chic. Los hay de madera, plástico y metal. Ubícalos en el recibidor para colgar los abrigos, carteras y sombreros o empléalo para decorar un rincón de la sala, zona de trabajo o el dormitorio. Estas piezas pueden llegar a costar S/250.

Otra opción económica y muy usada son los palet, las cajas de frutas y las puertas en desuso. Empléalos para crear estanterías, repisas, mesas de centro y escritorio.

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