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Rosa Aguilar

En un ambiente reducido es posible instalar una sala y comedor totalmente funcional. La arquitecta Yesenia Schulz indica que se necesita de un área mínima de 16 m2 para integrar estos dos espacios.
Respecto a los muebles, el arquitecto Óscar Santa María recomienda optar por sofás seccionales, con el objetivo de aminorar el espacio desperdiciado entre muebles independientes. “Acompaña la sala con pufs; y en el caso del comedor, opta por una mesa circular para cuatro personas, para facilitar la circulación”.

Procura que los muebles tengan patas delgadas, y así dar una sensación de ligereza. Shulz aconseja optar por sofás de diseño lineal con respaldar y apoyabrazos bajos. En el caso de las butacas, apuesta por las que no tienen apoyabrazos para generar un menor peso visual, y en cuestión de mesas (comedor, auxiliares y de centro), elige las que poseen base delgada de acero y superficie de vidrio o enchapada en espejo.

Divisiones visuales y detalles de color
Separa ambas estancias, colocando en la sala o el comedor una alfombra que enmarque el lugar; o divide de manera sutil los dos sitios con un panel calado de madera o un librero con módulos abiertos. Santa María señala que no es recomendable utilizar revestimientos distintos en el piso, pues acortan el espacio de forma visual. “Una buena opción es enchapar la pared de la sala o del comedor con fachaletas o vestirla con papel tapiz para definir estas zonas”, destaca.

Los colores claros son los más apropiados en viviendas pequeñas, pues ayudan a que las estancias se vean más amplias e iluminadas. Puedes jugar con el hueso, beige, gris claro o blanco en las paredes y muebles importantes, y combinar distintos tapices en sofás, butacas y cojines decorativos (como terciopelos y linos), para darle un toque de textura al lugar. Los tonos vivos, como rojo, azul o amarillo empléalos en adornos, cuadros o lámparas de mesa.

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