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Redacción EC

Para gozar de un descanso pleno, la almohada debe contar con 17 cm de profundidad y el colchón con 40 cm de fondo. Hoy en día, según Juan Manuel Phang, representante de Drimer, se pueden encontrar ambos elementos con características singulares, como el control de malos olores o una tecnología en gel, la cual transmite una sensación de frescura.

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Una vez por semana abre las ventanas para darle ventilación a las piezas (sin sábanas o fundas). Y si vives en zonas de alta humedad, procura colocar un deshumidificador cerca de ellas para evitar que el moho arruine su apariencia. Katherine Saavedra, de Rosen, explica que para mantener su apariencia es preferible cubrirlas con protectores de poliéster y algodón, tejidos que repelen el calor y son sencillos de asear.

Colchones

Su acolchado debe contar con fibras de látex y espuma para que sea posible mantener la estabilidad y el confort. Dicha estructura debe estar forrada con tejidos de poliéster, ya que es fácil de limpiar (se asea con un trapo húmedo y detergente común). Evita que el colchón se llene de ácaros y esporas aspirándolo dos veces por semana. Asimismo, para mantener su apariencia acolchada, debes darle la vuelta una vez al mes. Cuida que su superficie no se ensucie por el uso diario colocándole un cubrecama que sea de algodón, pues no genera calor. Este, al igual que la ropa de cama, debe cambiarse por lo menos una vez al mes. El tiempo de vida de un colchón puede abarcar de los cinco a ocho años, pero dependerá del buen mantenimiento y uso que se le dé. Si al recostarte, sientes la presencia de los resortes o percibes una hendidura, es señal de que debes renovarlo.

Almohadas

Se adquieren de tres tipos, según el relleno. La de microfibra o poliéster posee textura suave y mullida, y se adecúa a todas las posturas, en especial para quienes descansan de lado o bocabajo. Para quienes duermen bocarriba, están las de viscoelástico y látex, porque se adapta rápidamente a la forma de la cabeza. La primera posee un tejido rígido, a diferencia de la segunda, que posee un cuerpo ligeramente más esponjoso. Para conseguir el descanso correcto, usa una almohada de 50 cm de alto x 17 cm de profundidad x 70 cm de ancho. Elige las que tienen activos hipoalergénicos para evitar que los ácaros las invadan. Asimismo, envíalas a una lavandería especial una vez al mes para mantenerlas limpias. Si notas que esta pieza comienza a perder forma, debes renovarla. Procura hacerlo cada seis meses.

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