La condensación de agua es producida en muchos casos porque las puertas de la refrigeradora no cierran bien. (Foto: Shutterstock)
La condensación de agua es producida en muchos casos porque las puertas de la refrigeradora no cierran bien. (Foto: Shutterstock)
Redacción EC

Es uno de los problemas más frecuentes de las neveras y puede llegar a estropear los alimentos. Un día, de pronto, la refrigeradora empieza a perder agua, que se acumula en los cajones o aparece en el suelo circundante.

También sucede a veces que se produce condensación de agua dentro del electrodoméstico, o aparece hielo en el congelador. Estas son las principales causas que pueden estar detrás de estos incómodos problemas.

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1. Bloqueo en el agujero de drenaje. Esta es la razón más común de la presencia de agua en la nevera: el bloqueo del agujero de drenaje, que es la entrada al circuito que conduce el agua hacia la bandeja de evaporación o goteo de la nevera.

Es el orificio que tienen todas las neveras en la parte de abajo, al lado de la pared trasera. Si esto pasa, pueden acabar generándose moho, mal olor y un bloqueo en el circuito.

Se puede intentar limpiar el conducto utilizando un bastoncillo para los oídos y un poco de agua (no demasiada). Antes de hacerlo, eso sí, acuérdate de apagar la nevera.

2. Grietas en la bandeja de goteo. Este problema es mucho menos común pero puede suceder: la bandeja de goteo que está situada en la parte inferior de la nevera puede agrietarse y provocar una fuga de agua. Es normal que se acumule un poco de líquido en esta bandeja, pero normalmente se evapora sin problemas gracias al calor que genera el compresor del refrigerador.

Pero si ves que hay una fuga de agua y no hay problemas de bloqueo en el circuito de drenaje, puedes comprobar si esta bandeja tiene una grieta. En ese caso, hay que cambiarla.

3. La puerta no cierra bien. Otro problema que puedes encontrar es que haya condensación de agua en tu nevera. En este caso, lo que puede estar pasando es que la puerta no cierre bien.

Esto provoca que entre más aire caliente del que debería al interior del refrigerador y que se produzca esa condensación de agua. Este problema se produce más en verano por la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior.

La condensación también puede producirse porque la nevera está demasiado llena y haya algo bloqueando la ventilación que regula la temperatura y el nivel de humedad. Para evitar que se genere más humedad de la necesaria, se recomienda retirar los envases o botellas que impidan el flujo del aire.

4. Presencia de hielo en el congelador. A veces sucede que nos encontramos con hielo en el último cajón del congelador y que cada vez nos cuesta más sacarlo. Esto puede suceder en los frigoríficos que funcionan con un sistema No Frost si se estropea la resistencia de descarche.

Este sistema utiliza un motor que enfría el congelador y un ventilador que distribuye el aire frío por los distintos recintos. De esta manera, con un solo circuito se puede mantener el frío tanto en el congelador como en la nevera.

Las resistencias de descharche son las encargadas en este sistema de evitar la acumulación excesiva de hielo.

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