Construir unadescomunal planta solar que flota en el espacio y suministra energa elctrica a la tierra esuna realidad cada vez ms cercana gracias al trabajo de un grupo de investigadores japoneses.
La energa solar espacial es considerada una de fuentes renovables ms prometedoras desde que se plante la idea hace medio siglo, aunque hasta ahora era inviable debido a una compleja cuestin: Cmo trasladar hasta nuestro planeta la electricidad generada a 36.000 kilmetros de distancia?.
El pasado marzo, un equipo de cientficos de la Agencia de Exploracin Aeroespacial de Japn (JAXA) y varias empresas niponas, entre ellas Mitsubishi Electric, complet con xito una prueba decisiva para responder a esta pregunta.
Los cientficos lograron transformar 1,8 kilovatios de electricidad en ondas electromagnticas, transmitirlas a continuacin entre dos paneles-antena situados a 55 metros de distancia y finalmente convertirlas de nuevo en energa elctrica.
Es slo un primer paso, pero es clave para la aplicacin prctica de la energa solar espacial, dijo Daisuke Goto, uno de los cientficos a cargo del proyecto Sistemas de Energa Solar Espacial(SSPS, por sussiglas en ingls).
A partir de este mtodo de transmisin por microondas, se podra generar energa elctrica con paneles solares situados en rbita y enviarla hasta la tierra, explic el investigador.
El sistema cuenta con grandes ventajas como aprovechar diez veces ms radiacin solar de la que llega a la tierra debido a su filtrado por la atmsfera, o el suministro constante de energa sin verse afectado por la rotacin terrestre ni las condiciones meteorolgicas.
Los desafos tcnicos
El reto de los cientficos nipones ahora es perfeccionar la tecnologa inalmbrica para transmitir a travs de 36.000 kilmetros, la distancia entre la rbita geoestacionaria donde se situara la planta solar espacial y nuestro planeta.
Para lograrlo contemplan construir paneles solares de hasta 2 kilmetros de dimetro y unas 10.000 toneladas, que seran lanzados al espacio por piezas a bordo de cohetes y luego ensamblados por sofisticados robots.
Cada panel solar tendra una capacidad de produccin energtica de un milln de kilovatios, equivalente a un reactor nuclear, y enviara la electricidad hasta paneles receptores de un tamao similar.
Pero antes de llegar a ese punto queda un largo camino por delante, repleto de desafos tcnicos y con un altsimo coste econmico.
Nuestro objetivo es que la energa solar espacial tenga uso comercial para 2030 o 2040, aunque algunos expertos hablan de un plazo ms largo, seal Goto.
Los principales obstculos son lograr un mayor aprovechamiento de la energa generada (el sistema actual slo permite enviar entre el 5 y el 10 por ciento) o conseguir que las transmisiones sean estables a tanta distancia, un proceso que los cientficos comparan con enhebrar un hilo en una aguja.
Otros problemas son dnde ubicar los enormes paneles receptores en la superficie terrestre, o los posibles efectos sobre la salud humana de las microondas de alta frecuencia, algo que an no est lo suficientemente estudiado, segn el cientfico nipn.
Las pruebas se han realizado con ondas electromagnticas de intensidad muy superior a las empleadas en los microondas domsticos, las comunicaciones por radar o el wi-fi, aunque los cientficos tambin prevn testar la transmisin por lser.
Con vistas a que la energa solar espacial fuera rentable a nivel comercial, la construccin y puesta en rbita de cada uno de los paneles solares debera costar 1,24 billones de yenes (8.850 millones de euros), segn el presupuesto que maneja SSPS.
El uso de la energa solar espacial
Ms all del mbito espacial, los cientficos nipones creen que esta tecnologa de transmisin podra emplearse para el suministro energtico a zonas afectadas por catstrofes naturales, la recarga inalmbrica de automviles elctricos o el envo de energa desde centrales elicas ubicadas en altamar.
Japn es, junto a China, el nico pas que invierte actualmente fondos estatales en la investigacin y desarrollo de la energa solar espacial.
El concepto fue acuado en 1968 por el ingeniero aeroespacial estadounidense Peter Glaser, y aunque la NASA comenz a estudiar su viabilidad, abandon la idea una dcada despus debido a su coste excesivo.
El proyecto nipn se puso en marcha en 1998, y ahora arroja un rayo de luz sobre el futuro energtico del pas ante su carencia de combustibles fsiles, el debate nuclear post-Fukushima y la dificultad de explotar otras energas renovables.
Fuente: EFE