Cientficos australianospodran haber descubierto cmo el cerebro humano ordena al odo reducir el volumen del sonido para protegerse en un ambiente ruidoso, segn un estudio publicado en la revista Nature.
La investigacin, desarrollada por expertos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, por susiglas en ingls), da nuevas luces sobre el misterio que ha rodeado hasta ahora elfuncionamiento de este reflejo protector.
Estudios anteriores han demostrado que este mecanismo de defensa, que est controlado por fibras Tipo II presentes en el odo, es necesario para diferenciar discursos en un ambiente ruidoso, para localizar sonidos y para protegerse contra la prdida de audicin.
El sonido, indican, es detectado y amplificado por miles de minsculas clulas ciliadas localizadas en las cavidades del odo interno, donde se encuentra el nervio coclear, que conecta el tronco cerebral a las ondas auditivas del exterior.
En un entorno ruidoso, sostienen, el cerebro enva seales a los odos para que el amplificador coclear entre en funcionamiento y rebaje el nivel sonoro.No obstante, se desconoca hasta ahora, segn los autores, cmo se controlaba el citado mecanismo de defensa.
Las fibras Tipo II llevan informacin desde el odo hasta el cerebro, pero su funcin ha sido un enigma dado que su nmero es muy reducido representan el 5 % de las fibras auditivas y son difciles de estudiar.
Los cientficos de la UNSW, con el experto Gary Housley a la cabeza, afirman que los experimentos desarrollados con ratones transgnicos que carecen de las fibras Tipo II en el odo demostraron que su cerebro es incapaz de activar el reflejo protector.
Este tipo de roedores, explican, presentaban umbrales de audicin normales, pero cuando se les expona a ambientes ruidosos el amplificador coclear no responda con un ajuste del volumen de los sonidos.
En el texto, los cientficos indican que, aunque los efectos a largo plazo que podra causar la prdida de fibras Tipo II no han sido an determinados, resaltan que este estudio identifica su importancia a la hora de controlar los reflejos auditivos en ratones.
Fuente: EFE