Un estudio realizado por investigadores espaoles ha demostrado que seguir una dieta mediterrnea rica en aceite de oliva extra virgen (cuatro cucharadas soperas al da) puede reducir hasta en dos terceras partes el riesgo de sufrir cncer de mama.
De hecho, por cada 5 % ms de caloras procedentes de este tipo de aceite se reduce en un 28 % el riesgo de padecer un tumor de mama, una de las causas de muerte ms frecuente en las mujeres.
As se demuestra en el estudio, que publica la revista JAMA Internal Medicine, coordinado por la Universidad de Navarra y el Centro de Investigacin Biomdica en Red-Fisiopatologa de la Obesidad y la Nutricin (CIBERobn), cuyos resultados fueron presentados hoy en rueda de prensa.
Se trata del primer trabajo cientfico que demuestra con un ensayo aleatorizado el valor preventivo de la dieta mediterrnea contra el cncer de mama, ya que hasta ahora los estudios se basaban slo en la observacin.
Un artculo que seguramente marcar un antes y un despus de su publicacin, ha subrayado el director del Instituto de salud Carlos III, Jess Fernndez Crespo.
La investigacin se inscribe en un ensayo clnico de gran tamao denominado PREDIMED sobre los efectos de la dieta mediterrnea en la enfermedad cardiovascular y se ha realizado en una muestra de 4.282 mujeres a las que se la hecho un seguimiento durante 4,8 aos.
Las participantes, procedentes de toda Espaa, siguieron tres tipos de dieta: mediterrnea rica en aceite de oliva extra virgen, mediterrnea complementada con frutos secos y dieta baja en grasas para el grupo de control, ha explicado Jordi Salas-Salvad, catedrtico de Nutricin y Bromatologa de la Universidad Rovira i Virgili, coautor del estudio.
La asignacin de las participantes a cada grupo se hizo al azar, por lo que en todos los grupos haba unos factores de riesgo similares (antecedentes familiares de cncer, consumo de tabaco y alcohol, etc).
En los dos primeros casos los resultados confirman que la incidencia de la enfermedad es casi la tercera parte que en el grupo de control.
Las tasas absolutas de cncer de mama por cada 1.000 mujeres/ao son de 1,1 en el primer grupo, de 1,8 en el segundo y de 2,9 en el tercero, dijo el doctor Miguel ngel Martnez-Gonzlez, del Instituto de Investigacin Sanitaria de Navarra y coordinador del estudio.
Segn los autores del trabajo, la asignacin de las participantes al patrn de dieta mediterrnea rico en aceite de oliva virgen supona al menos el 15 % de la energa ingerida explica en gran parte la proteccin conseguida contra el cncer de mama.
Ello, a pesar de que el grupo de control con el que se compararon los resultados tambin sigui una dieta saludable (baja en grasas), lo que apunta a que los resultados podan haber sido ms significativos si se hubiera hecho la comparacin con un patrn de dieta como el que se sigue en pases occidentales no mediterrneos.
Aunque las recomendaciones a los dos primeros grupos eran similares en cuanto al tipo de aceite que se deba consumir y la cantidad, lo cierto es que a las integrantes del primero se les regalaba una botella de aceite virgen extra al mes, por lo que lo usaban para todo, explic la doctora Estefana Toledo, de la Universidad de Navarra y primera autora del estudio.
A este respecto, el doctor Martnez-Gonzlez rechaz el mito de que el aceite virgen no se debe utilizar para frer, cuando es el mejor para ello.
Adems, precis que los efectos antitumorales solo estn en el aceite de oliva virgen y no en el refinado.
Las participantes fueron sometidas a un estricto control para comprobar que seguan las recomendaciones de consumo y tambin se les realizaban pruebas al azar para medir cidos grasos en plasma y marcadores en orina.
Ello significa que, se ha validado bioqumicamente la ingesta de alimentos, resalt.
Por otra parte, un estudio realizado tambin a participantes del ensayo PREDIMED demostr que la dieta mediterrnea con aceite de oliva reduce en un 44 % el riesgo de sufrir retinopata en los diabticos, la primera causa de ceguera en estos pacientes.
Este es el resultado del seguimiento durante seis aos de 3.614 hombres y mujeres con diabetes tipo 2.
El trabajo, publicado en la revista cientfica Diabetes Care, estaba liderado por el profesor Salas-Salvad