La conclusión más precisa hasta la fecha sobre el impacto de la pesca comercial de tiburones sugiere que alrededor de 100 millones mueren cada año con el fin de utilizar sus aletas para preparar la popular sopa china de aleta de tiburón.

Los investigadores dicen que este tipo de explotación es excesiva, especialmente para las especies que se reproducen en la madurez de su vida.

En el informe, publicado por Marine Policy, los investigadores admiten que determinar con precisión el nivel global de la pesca de tiburones es extremadamente difícil, ya que los datos son escasos.

Muchos tiburones encontrados tienen las aletas cercenadas y sus cuerpos han sido arrojados de vuelta al mar. Estos tiburones no están incluidos usualmente en los reportes oficiales.

CIFRAS ESTIMADAS

Sin embrago, los científicos estimaron un rango de mortalidad de entre 63 millones y 273 millones de tiburones en 2010.

“Hay un rango extenso y eso habla de la calidad de los datos, que no son muy buenos”, dice Demian Chapman de la Universidad Stony Brook en Nueva York, EE.UU..

“Ciertamente 100 millones es la media calculada y es el mejor estimado que hay”, agregó.

Mientras el número de tiburones pescados no ha variado sustancialmente entre 2000 y 2010, los autores de la investigación afirman que las flotas de pesca comercial están simplemente cambiando de ubicación y de especies de tiburones que persiguen para satisfacer la demanda.

El temor es que con el tiempo estas especies de tiburones colapsen.

La preocupación aumenta con el hecho de que muchas de las especies amenazadas son de reproducción lenta.

“Muchos de los tiburones comercializados en el mercado tardan más de una década en alcanzar la madurez”, dice Chapman.

“No se reproducen lo suficientemente rápido para mantenerse al día con el ritmo con el que los estamos sacando del océano” aseveró.

LA RESTRICCIÓN NO BASTA

La sopa de aleta de tiburón es muy apreciada por los chinos y no parece que vaya a dar tregua. Mientras esas aletas sean cortadas en el mar, varios países, incluyendo Canadá, EE.UU. y algunos de la UE, hacen lo posible por restringirlas por ley.

Pero las medidas no han generado el efecto deseado, tal y como lo explica Chapman.

“El problema es que las aletas de tiburón son tan valiosas que ahora la gente no está sólo aleteando los tiburones en el mar, sino que se están quedando con todo el animal. Como el animal resulta muerto, realmente la prohibición específica contra el corte de aletas no ha eliminado el problema de raíz”.

*El domingo los negociadores de 178 países se reunirán en Bangkok, en la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas propuestas para regular el comercio de cinco de las especies de tiburones más amenazados del mundo.

En un encuentro anterior en 2010, restricciones similares no pudieron ser aprobadas porque faltaron pocos votos para llegar a la mayoría de los dos tercios.

Los activistas creen contar con el apoyo de más países desarrollados y en vías de desarrollo, y son optimistas de que conseguirán los votos que requieren.