De acuerdo a un estudio publicado en los Anales de la Academia Estadounidense de Ciencias (PNAS, por su sigla en inglés), algunas de las especies de ranas más pequeñas del mundo pueden oír por la boca porque carecen de oídos medios y tímpanos.

Inicialmente, los investigadores del Universidad de Poitiers y del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés) liderados por Renaud Boistel pensaban que estos anfibios tropicales que miden un centímetro eran sordos. Y es que la mayoría de las ranas tiene oídos medios, esa zona que comprende el tímpano y huesos diminutos en la parte externa de la cabeza. La función de los tímpanos es percibir las ondas sonoras y producir una vibración que luego se reenvían al oído interno y al cerebro.

SIN OÍDOS PERO NO SORDAS Boistel y su equipo estudiaron a las diminutas ranas que habitan el archipiélago de Seychelles, en el Océano Índico, conocidas como Gardiner. Los científicos realizaron pruebas de sonido utilizando grabaciones del croar de otras ranas, y se sorprendieron al comprobar que no eran sordas y que respondían a los estímulos, pese a no ter oído medio. Con ello comprobaron que podían oír.

Para comprender la morfología auditiva de las ranas, los especialistas se sirvieron de rayos X. Estas mostraron que ni los pulmones ni los músculos les permitían transmitir sonidos a los oídos internos, pero hallaron que la boca fungía como amplificador de las frecuencias de los sonidos que estas mismas ranas emiten.

SISTEMA DIMINUTO Este fenómeno está estimulado por membranas muy pequeñas situadas entre la boca y el oído interno. “La combinación de la cavidad de la boca y la conducción ósea permite que las ranas Gardiner perciban sonidos eficazmente sin usar el tímpano de los oídos medios“, explicó el jefe de la investigación.

“Demostramos que la presencia de oídos medios no es una condición necesaria para la audición terrestre, a pesar de ser la solución más versátil para la vida en la tierra”, precisó el estudio.