La empresa minera Shenhua, gestionada por el Gobierno chino, lleva sobreexplotando el agua de la región de Mongolia Interior, en el norte del país, desde 2006, lo que ha provocado graves daños ecológicos como la desertización de la zona además de una reducción del suministro de agua a sus habitantes.

Así lo reveló hoy la organización ecologista Greenpace en una rueda de prensa en Beijing, donde presentó las conclusiones de un informe de 74 páginas en el que, por primera vez, pone el foco en las actividades de una compañía estatal en China, que afectan ya a miles de personas.

En base a una investigación realizada de marzo a julio de este año, Greenpeace señala que el grupo Shenhua, mayor productor de carbón del mundo por volumen, ha extraído 50 millones de toneladas de agua subterránea en Ordos, una de las ciudades más importantes de Mongolia Interior, provocando que el nivel de agua en zonas principalmente agrícolas haya caído en casi 100 metros.

La mayoría de pozos de la zona se han secado y los nuevos que se construyen tienen que tener un mínimo de 100 metros de profundidad para acceder a agua, y lagos como el Subeinaoer, el principal de la región, también se ha reducido en casi dos tercios debido a las actividades de la compañía estatal en ocho años, indica Greenpeace.

TÓXICOS CONTAMINANTES La sobreexplotación de recursos no es la única actividad que la organización denuncia de la compañía estatal, sino también el vertido ilegal de tóxicos industriales.

A través de imágenes y vídeos, Greenpeace evidenció el continuo vertido de tóxicos en aguas en las que la organización registró una alta concentración de químicos contaminantes, tres veces por encima del estándar nacional.

Todo ello, incide Greenpeace, es un claro ejemplo de la necesidad de frenar la creciente industria de carbón del país.

La planta que se ha investigado está llevando a cabo un proyecto experimental. Se prevé una expansión, y si se lleva a cabo Shenhua necesitará tres veces más de agua que ahora, con lo que tendrán que extraer agua del río Amarillo, alertó la portavoz de Greenpeace en el Este Asiático Deng Ping.

Deng denunció que ello afectará a más de siete provincias a lo largo del río, por lo que instó al Gobierno chino a detener estas actividades, parar la expansión prevista y encontrar una vía sostenible de crecimiento.

CRECIENTE PREOCUPACIÓN China puede seguir adelante sin dañar su medio ambiente, consideró Deng.

Además, incidió en el hecho de que las actividades de la planta de Shenhua en Mongolia Interior pueden servir de ejemplo para otras compañías, por lo que deben ser inmediatamente paralizadas.

La información recopilada por Greenpeace ya ha sido trasladada al Gobierno central, frente al que muchas de las personas afectadas de la región llevan años denunciando las actividades de Shenhua.

La contaminación es una de las mayores preocupaciones de la población china, que protagoniza cada vez más protestas para pedir al Gobierno que garantice un agua, un aire y unos alimentos limpios tras los continuos escándalos como el denunciado hoy por Greenpeace.