El pasado miércoles, un joven cachalote macho fue hallado varado en una playa de Ribadesella, España. La necropsia determinó que su muerte se debió a los restos de artículos de pesca que tenía en el estómago e intestinos.
Este ejemplar, de un año de edad, aproximadamente, pesaba 2.800 kilos, tenía seis metros de largo y presentaba una delgadez importante, así como varias marcas en la piel de lampreas y de fijaciones de ventosas de calamar gigante.
La Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas de España (Cepesma) trasladó el ejemplar hasta las instalaciones del Parque de la Vida en Luarca, donde ayer se examinó el cadáver para determinar las causas de su muerte.
No fue difícil dar con la causa, dado que las vísceras no presentaban anomalía alguna, pero en el estómago e intestino se encontraron restos de redes utilizadas en la pesca de arrastre, desechos que suelen ser dejados en el mar.
INDIGNACIÓN El mamífero marino, aún lactante, había realizado ya sus primeras capturas por si solo al encontrase en los estómagos diversos picos de cefalópodos y, según Laria, se encontró jugando, seguramente, con lo que le causaría su muerte atroz.
“Entrar en un estómago de un cetáceo y ver nuestra basura en él es algo que difícilmente se soporta sin caer en la indignación más absoluta”, dice un tuit del Cepesma.