Activistas de la organización Greenpeace ocuparon una planta nuclear francesa en la madrugada de hoy, en una operación mediática que dejó en una posición embarazosa a un gobierno que pretende demostrar que la dependencia del país en la energía nuclear es segura.

Unos 30 activistas del grupo ambientalista invadieron la planta nuclear estatal Triscastin, de Electricite de France, en el sur del país. Proyectaron un video en un muro de los edificios de la planta que decía Accidente nuclear en Tricastin y mostraron la imagen de una enorme grieta que se abría en la fachada del edificio.

Los activistas también colgaron un enorme cartelón con la imagen del presidente Francois Hollande y la leyenda ¿Presidente de la catástrofe?

La autoridad de seguridad nuclear dijo en una declaración que hasta ahora la intrusión no ha tenido impacto en la seguridad de la planta.

El Ministerio del Interior indicó que los arrestados eran 29, mientras que una portavoz de Greenpeace habló de una treintena que estaban siendo evacuados de Tricastin a las 12:30 locales (05:30 en Perú), entre los que había franceses, pero también cuatro o cinco españoles, suizos y rumanos.

Un portavoz de la organización hizo hincapié en que esta planta nuclear es una de las más peligrosas de Francia y el fin de su actividad es tan imprescindible como la de Fessenheim, la más antigua del país y la única que Hollande tiene previsto cerrar durante su mandato.

Señaló que este complejo está en servicio desde hace más de tres décadas, se sabe que tiene fisuras en uno de sus reactores y se encuentra en una zona inundable, a orillas del río Ródano.

Francia es uno de los países más dependientes de la energía nuclear. Sus reactores producen un 80% de su electricidad.

En 2008, la planta Tricastin reportó varios incidentes que indignaron a los grupos antinucleares, incluso la filtración de uranio en dos ríos cercanos y la emisión de partículas radiactivas de un tubo.