Al menos 112 empresas, en su mayoría compañías mineras, han sido forzadas a suspender su producción después de que el río Heijang de la región autónoma de Guangxi, al sur de China, resultara contaminado por el vertido ilegal de aguas tóxicas.
Según informa la agencia oficial Xinhua, las compañías están siendo investigadas por la polución del río, en el que se empezaron a encontrar peces muertos a comienzos de mes.
Las alarmas se dispararon el sábado cuando vecinos del condado de Fengkai, en la citada provincia, advirtieron a las autoridades acerca del sospechoso color que presentaba el agua del río.
Una investigación inicial sugiere que los contaminantes son talio y cadmio, químicos tóxicos para los seres humanos, que son utilizados por algunas de las compañías mineras que descargan sus vertidos de forma ilegal en el río.
La densidad de cadmio en el río entre Guangxi y la vecina provincia de Cantón ya ha bajado los niveles, mientras la de talio todavía continúa muy por encima de lo permitido.
El gobierno local ha advertido a la población de que no utilice el agua del grifo o coma productos provenientes del río contaminado, que es la principal fuente de agua de Cantón, Hong Kong y Macao.
Por el momento, no se ha registrado ningún fallecimiento o intoxicación grave, y el gobierno de Guangxi ha iniciado un programa de emergencia para asegurar que se suministra agua a toda la población.