Los cachorros de oso panda gigante Po y De De, nacidos en el Zoo Aquarium de Madrid en septiembre del 2010, llegaron a la Reserva de Pandas de Chengdu, la principal de China dedicada a esta especie en peligro, donde vivirán a partir de ahora.

Se ha esperado un tiempo en el que pudieran madurar y acostumbrarse a estar lejos de sus padres; y en los días previos a su marcha, fueron homenajeados con fiestas y eventos especiales en Madrid, y hasta una tarta helada de bambú.

Los cachorros de dos años y medio, arribaron a Chengdu hacia el mediodía de ayer y pasaron su primera noche en la reserva, aunque aislados del resto de animales de su especie, por cuestiones de cuarentena.

Alejandro Cabrera, el cuidador que les acompañó en el largo viaje, dijo que los pandas han viajado con algunos nervios, pero que en el avión se han tranquilizado. Él permanecerá en Chengdu cinco días para ver cómo se adaptan a su nuevo entorno y conocer la reserva.

Los pandas primero viajaron 20 horas en camión desde Madrid a Amsterdam, y después tomaron un avión en la capital holandesa que en aproximadamente 13 horas les llevó a Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, donde se encuentra el principal hábitat natural de la especie.

ESPECIE EN PELIGRO Pekín ha cambiado su diplomacia del panda en los últimos años, antes regalaba ejemplares de este animal a países para aumentar lazos políticos o comerciales, ahora los presta en acuerdos de investigación conjunta de la especie que implican que todas las crías nacidas fuera han de viajar a China.

El oso panda corre peligro de extinguirse debido a la reducción de los bosques de montaña donde habita, que ha producido endogamia en la especie y con ello grandes dificultades reproductivas, incluso con métodos científicos.