Unas 116 ballenas francas murieron durante la temporada de 2012 en las costas de la Península Valdés, en la patagonia de Argentina, una cifra récord según el informe del Programa de Monitoreo Sanitario de la ballena franca difundido hoy.
De los 116 animales que murieron, 113 eran ballenatos, lo que representa cerca de un tercio de las ballenas nacidas durante la temporada pasada en Península Valdés y la cercana playa de El Doradillo, las costas de la provincia de Chubut a las que se acercan los cetáceos en el invierno austral para procrearse.
Los científicos no pudieron identificar aún las causas exactas de las muertes, pero se estima que podrían haber sido causadas por las varaduras, la exposición al sol y los ataques de las gaviotas cocineras, que les producen heridas profundas por las que pueden contraer virus.
CIFRAS POBLACIONALES La mortandad de ballenas francas australes en 2012 redujo en un 3 por ciento la población de estos cetáceos en el Atlántico Sur, de acuerdo al informe elaborado en conjunto por las ONG Wildlife Conservation Society y el Instituto de Conservación de Ballenas y la Fundación Patagonia Natural.
El estudio señala que desde 2007 se registraron números crecientes de crías muertas, aunque con algunos años de menor mortandad intercalados. Sin embargo, el fuerte aumento registrado entre 2011, cuando murieron 61 ejemplares, y 2012, en el que fallecieron 116, prendió las luces de alarma entre las comunidades científicas.
La alta mortandad llevó a que la tasa de crecimiento poblacional se redujera de un 6,9 por ciento a un 5,1 por ciento anual. Además, dado que las ballenas tienen su primera cría a los nueve años, se espera que en el plazo de una década comience a observarse la reducción efectiva en el número de ballenatos2:https://elcomercio.pe/tag/39722/ballenas nacidos en la zona por una pérdida sostenida de hembras.
Las autoridades de Chubut expresaron preocupación por la muerte de las ballenas en sus costas. El año pasado lanzaron una campaña de rifle sanitario para reducir la colonia de gaviotas cocineras, que picotean los lomos de las ballenas y les producen graves heridas, pero no tuvo el éxito esperado.