Islandia ha reanudado la polémica caza de ballenas de aleta (Balaenoptera physalus) con una cuota de al menos 154 ejemplares.

Dos barcos islandeses fueron rastreados desde el domingo en la noche hacia las zonas de caza. Y el primer ejemplar capturado fue llevado hoy a tierra firme en el Fiordo de Hvalf, en las afueras de Reikiavik, capital de Islandia.

Durante el 2011 y 2012 cesó la caza de ballenas debido a que Japón, el principal consumidor, se encontraba afectada por el terremoto y tsunami. En este país, la carne es utilizada para consumo humano y para producir comida para perros.

Islandia y Noruega son los únicos países que realizan abiertamente la caza de esta especie en peligro de extinción, a pesar de la moratoria impuesta por la Comisión Ballenera Internacional desde 1986.

En el 2011, Estados Unidos increpó a Islandia por la caza comercial de ballenas, acusando al país de sabotear los esfuerzos para recuperar la población de estos cetáceos.