Dos tortugas marinas que quedaron atascadas en Cape Cod durante una ola de frío están siendo tratadas nada menos que por una acupunturista.

Dexter y Fletcher Moon permanecían en calma mientras la acupunturista Claire McManus insertaba suavemente más de una docena de agujas en su piel correosa durante una sesión terapéutica para reducir la inflamación de sus aletas frontales, restablecer la movilidad de sus miembros y ayudarles a recuperar el apetito.

No hay mucha gente que haga acupuntura con tortugas marinas, dijo la especialista, que trabaja junto con un veterinario para detectar las partes de los mamíferos marinos correspondientes a los puntos en los se insertan las agujas particularmente finas para la acupuntura con estos especímenes.

Tampoco hay mucha literatura sobre acupuntura en tortugas, de modo que me baso en el modo en que tratamos otros animales y los seres humanos, agrega.

VÍCTIMAS DEL INVIERNO Dexter y Fletcher Moon se encuentran entre un número récord de más de 400 tortugas de varias especies que quedaron atascadas en Cape Cod y las costas sur de Massachusetts durante el invierno.

Muchas de las víctimas, que se habían congregado allí para alimentarse con cangrejos, peces y medusas, sufrieron hipotermia, que las inmovilizó y les impidió comer durante días. Mientras flotaban en la superficie marina, sus miembros quedaron expuestos a vientos helados que las arrojaron a la costa.

Solo 242 tortugas marinas sobrevivieron y fueron trasladadas al centro de veterinaria del Acuario de Nueva Inglaterra.

Las tortugas también padecían de otras dolencias, como neumonía, y estaban desnutridas. Los veterinarios usaron terapia de láser, antibióticos, alimentos enriquecidos y otros tratamientos para ayudarlas a recuperar su salud antes de ser devueltas al agua.

Pero el tratamiento especializado no pudo ayudar a 14 de los animales, entre ellos Dexter y Fletcher Moon, que no podían usar las aletas delanteras y por lo tanto no podían buscar comida ni escapar en las costas de los depredadores.