Nasser Al-Atiyah le dio a Toyota su primer título al culminar con éxito la última etapa de Pisco a Lima. El catarí festeja por tercera vez tras sus conquistas del 2011 y 2015. (Foto: AFP)
Nasser Al-Atiyah le dio a Toyota su primer título al culminar con éxito la última etapa de Pisco a Lima. El catarí festeja por tercera vez tras sus conquistas del 2011 y 2015. (Foto: AFP)
Christian Cruz Valdivia

El drama se cuenta en cada kilómetro del Dakar, así se corra la última etapa. Que lo diga Pablo Quintanilla, quien llegó con una fractura de tobillo a la meta, pero que no dejó que le quiten la bota para revisarlo. Hacía falta el enlace a Lima y el motociclista chileno quería completar el común objetivo: llegar a la meta en la Costa Verde.

Mientras los grandes sufren en busca de la victoria, los pequeños también lo hacen. Porque al peruano debutante Emilio Choy le tocó abrir pista y pudo perderse, pero terminó tranquilo para meterse en el top 10 de las cuatrimotos en la décima y última etapa. Porque Sebastián Cavallero corre con una hernia que no le permite caminar cómodo; sin embargo se las arregla para manejar bien, y condujo hasta el podio de llegada.

Es el Dakar, exigente hasta el último día, hasta el último kilómetro. Que lo cuente Miguel Álvarez, quien recibió una llamada salvadora desde Francia. “Era de noche y estábamos avanzando cuando nos llamaron para decirnos que nos estábamos yendo a un abismo”, nos cuenta. O que lo diga Nicolás Fuchs, el peruano mejor ubicado por promedio en este rally, puesto 16 entre casi un centenar de coches, quien tuvo que trabajar horas en medio del desierto para arreglar un problema mecánico y seguir pese a los dolores de espalda de su copiloto Fernando Mussano.

Que lo explique César Pardo, quien en su debut marcaba los mejores tiempos entre los nacionales en motos, pero quien padeció una falla en su GPS que no le avisaba el control de velocidad en los enlaces. Sin esas ocho horas de penalización hoy sería top 25 en su primer Dakar.

Fernanda Kanno, entre lágrimas, sintetiza el sentimiento único por lograr el objetivo. Y lo celebra Pancho León con su título en T1.S y cada uno de los que también llegaron a la meta. Cada uno de los trece equipos con peruanos que celebraron en la llegada saben que valió tanto sacrificio.

Lo festejan también los que volvieron a nacer en el Dakar, porque les dieron una segunda oportunidad y le sacaron provecho. Como Diego Heilbrunn con el tercer lugar en la semimaratón, solo superado por un Mini y un camión.

Los que no llegaron también dejaron más de una huella, y no precisamente en el desierto. Lo de los Barrón es un ejemplo a imitar y Lucas, el primer competidor con síndrome de Down, le abre camino a todos los que sueñan con este rally.

“Hay 600 competidores y 600 historias buenas”, asegura Alonso Carrillo. Así es el Dakar, una carrera que es como la vida misma.

Nasser Al-Attiyah (coches), Toby Price (motos), Eduard Nikolaev (camiones), Francisco López (SxS) y Nicolás Cavigliasso (cuatris) se impusieron en sus categorías. Pero al final todos son ganadores. Así los recibe la gente en el podio de llegada en la Costa Verde. El Dakar 2019 ya es historia, una historia netamente peruana para contar toda la vida.

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