Brasil 2014: Ángel di María y su especial Día del Padre
Brasil 2014: Ángel di María y su especial Día del Padre
ÁNGEL HUGO PILARES

Hoy por la mañana, en Río de Janeiro, debe haber escuchado el balbucear más hermoso del mundo y se debe haber dicho a sí mismo que a ella le debe todo. Ella le dirá algo parecido a , con el tono que usan para hablar los que apenas conocen el mundo. Luego el jugador argentino descansa, se distrae, come pastas como siempre antes de los partidos. Y piensa en que cuando cante el himno, sentirá que su corazón latir junto al de ella.

acaba de cumplir, hace dos días, un año desde que salió de una sala llena de incubadoras donde luchaba por vivir. Atravesada por tubos, respirando apenas. Sin saber que eso no es vida, pero intuyéndolo cada vez que veía aquel par de ojos mirándola.

LA NIÑA QUE VENCIÓ A LA MUERTE
El 23 de abril de 2013, la esposa de Ángel Di María empezó a perder líquido. Alarmados, fueron al médico, que les dijo lo peor: que a la niña había que sacarla de inmediato. Que si no lo hacían había un 70% de probabilidades de que muriera. Apenas había pasado seis meses de gestación y a la pequeña Mía el mundo se le venía encima.

Papá Di María y mamá la acompañaron ese par de meses terribles que Jorgelina Cardozo, la esposa del crack de la selección argentina resumió : "Nervios, angustias, miedo, mucho miedo... Alto porcentaje de no venir a este mundo, otro tanto de quedar con secuelas importantes. Que será de tu vida mi pequeña gran Mia? Cuantas lágrimas! Llegaste a este mundo... Y ahora lo peor. 2 meses en la Unidad de Cuidados Intensivos".

"Nadie más que papá y yo sabemos el dolor que causaba verte tapada de cables y aparatos en tu bella carita. Nada más triste que volver a casa con los brazos vacíos y los pechos llenos de dolor. Infecciones, transfusiones, ¿qué será de vos mi amor? Lágrimas que empapaban nuestra almohada cada noche, nudo constante en la garganta. Ganas de ir a buscarte y no volverte a soltar en muestras vidas", agrega en el testimonio.

Entonces algo ocurrió, el mismo día en que el padre de Jorgelina fallecía, a la niña le daban de alta. Y entonces empezó un año inolvidable para Di María que coronó con la Copa del Rey, la Champions y su participación en el Mundial.

Pero Di María sabe quién fue su ángel. No solo se lo debe a su padre, aquel vendedor de carbón en Rosario que dejó el fútbol por una lesión. No solo se lo debe a ese ex jugador que fue al campo de la Champions con una bandera que decía "Di María estamos con vos". Todo lo que ha logrado, y que logrará en el Mundial, se lo debe a su hija. A la pequeña Mía.

"Mi hija me enseñó que todo se puede, a saber que lo más difícil a veces se puede convertir en algo fácil, en que el esfuerzo de uno puede tener recompensa, me enseñó a saber sufrir y a saber aguantar el dolor, a ser más fuerte". Esa fue la lección que Di María recibió de su hija. Aquella que lo convirtió no solo en padre, sino también en un luchador. Y hoy, que es su día, solo le queda pensar en regalarle otra sonrisa a esa nena que ahora la acompaña en Brasil.

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