El buen humor reinó en la reunión entre la presidenta de Brasil Dilma Rousseff y el Papa Francisco. La autoridad brasileña le pidió en tono de broma al Sumo Pontífice que "la mano de Dios" no aparezca en el Mundial.
"Siempre que brasileños y argentinos se encuentran hablan sobre quién gana la Copa del Mundo. Lo único que le pedí es que la neutralidad fuera mantenida por parte del Santo Padre para que 'la mano de Dios' no empuje la pelota para nadie", dijo la presidenta en el Vaticano.
Rousseff recordó así el gol con la ayuda de la mano de Diego Armando Maradona a Inglaterra en los cuartos de final de México 86. El astro brasileño dijo que anotó el tanto "un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios".
La presidenta confirmó que invitó al sumo pontífice a asistir al Mundial que comienza en junio próximo. Además el Papa recibió una camiseta de Brasil firmada por Pelé.