Christian Cruz Valdivia

Pese a los problemas, Carlos Castro no pierde la sonrisa, pero no se guarda la molestia de tener que denunciar públicamente que en el Parque Cerrado de Ayacucho alguien metió mano a su vehículo con el que compite en Caminos del Inca.

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“Solo puedo decir que mi carro no era igual al que yo dejé, eso quiere decir que algo pasó”, nos dice el piloto que lideraba la general antes de abandonar en la tercera etapa, justamente en el tramo entre Ayacucho y Cusco. El parque cerrado en Ayacucho fue en el Cuartel Los Cabitos.

Carlos aclara que lo que le hicieron a su auto en el parque cerrado no tiene nada que ver con el problema mecánico que tuvo para abandonar, pero sí asegura que de haber continuado 10 kilómetros más de carrera, algo le pudo haber pasado. “Gracias a Dios me pasó lo del vado [falla mecánica], porque pasaban 10 kilómetros más y se salía. Acá no entienden que están jugando con vidas. Por un trofeo pueden hasta matar a personas”, dice indignado.

"Es jugar de una manera sucia. Espero que un día aprendan a dejar de hacer eso. Esperemos que eso cambie", asegura el piloto, que debido a problemas con su motor abandonó en la etapa Ayacucho-Cusco, pero pudo reparar para seguir en carrera, aunque no lucha por el título.

“Yo estoy contento, encantado de ver a tanta gente en la carretera, porque de eso se trata, de que la afición esté contento. Ese es el mejor trofeo que me puedo llevar”, sentencia el piloto natural de Huancayo, quien espera poder traer el próximo año el Rally Mobil al país.

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