“Ancelotti, un mejor técnico que Pep y 'Mou'” por Raúl Castillo
“Ancelotti, un mejor técnico que Pep y 'Mou'” por Raúl Castillo
Redacción EC

Quizás su único fracaso como técnico fue no haber ganado un título con la Juventus de Zidane, Del Piero, Davids, Deschamps, Montero y Ferrara durante 1999 al 2001. Tampoco era una tarea fácil para un entonces ex jugador italiano. Juventus venía de tres finales seguidas de Champions al mando de Marcelo Lippi. A Ancelotti, que llegaba de un subcampeonato de Serie A con el Parma, una institución con mucho más millones del que posee ahora, le fue imposible mandar sobre un plantel que priorizaba más el triunfo que el estilo que él proponía.

Ya fuera del cuadro de Turín, regresó al AC Milán, donde había sido campeón como futbolista y asistente de Sacchi. En el Milan, pese a que hace mucho tiempo no conocía de glorias, Ancelotti pudo armar una formación atractiva y tradicional a lo que jugaba la historia del club. No sorprendía ver alineados a Seedorf, Rui Costa, Shevchenko, Pirlo y Kaká al mismo tiempo. Todos con buen pie y con carácter de ir para adelante. Fue en esta experiencia donde también aprendió a dirigir equipos multinacionales, a tratar con dueños multimillonarios y ser un gran amigo de los jugadores. De la mano con ellos, el ahora entrenador del Real Madrid ganó dos Champions, dos Supercopas de Europa y una Serie A de Italia, entre lo más destacado.

Con una carrera consolidada y una trayectoria intachable, se fue a Chelsea para tratar de llevarse una nueva Champions. No pudo lograrlo, aunque sí se levantó una Premier y Copa FA. Carlo, un hombre que no casi nunca ha hablado de su vida privada salvo las veces que se le ha visto acompañado por una de sus esposas de la época, señaló que Abramovich lo contrató por solo una razón: la imposición de un estilo en el equipo inglés. “Cuando veo al Chelsea no reconozco su identidad, su estilo de juego”, confesó un día el técnico italiano según propias palabras de Abramovich. Sin embargo, en una corta estadía, como suelen tenerla los entrenadores en Chelsea, a menos que seas ‘Mou’, Ancelotti se encargó de limar asperezas e incluso proponerles a sus dirigidos cómo creían que debían jugar el partido. Fuera de focos y gritos como sí lo hace Mourinho, Ancelotti conversaba y persuadía a los jugadores de una manera amical y paternal. Cuando ellos respondieron, dijeron a la manera que él quería.

Inmediatamente después se fue a Francia para dirigir a , un equipo que no campeonaba desde 1994.  Carlo encontró en el plantel varios brasileños, italianos y africanos. “En PSG tuve que armar todo desde abajo. El equipo tenía divisiones étnicas. Los sudamericanos juegan entre ellos. Los italianos igual. Los futbolistas no estaban acostumbrados a tener una mentalidad ganadora. Fue importante tener a Ibrahimovic, el mejor jugador y con buen profesionalismo. Era un modelo para los demás en las prácticas, porque se concentraba siempre”, dijo en aquel entonces. El resultado tuvo éxito: campeonaron la Ligue 1 y alcanzaron cuartos en Champions tras eliminados por diferencia de gol con el Barcelona.

Hoy este italiano se ha llevado la décima con el Real Madrid, algo que varios técnicos no pudieron obtener en los últimos 12 años. Y como yapa, pudo recobrar el misticismo de los merengues. Con Casillas, en un papel menos protagónico, el Madrid propone un rico juego por bandas como por el centro del campo. Ángel Di María ha cerrado su mejor año en el equipo, Modric pasó de ser discutido a indiscutible, Sergio Ramos y Pepe han formado un cerrojo, Ronaldo ha dejado de ser ese delantero goloso de temporadas anteriores y Benzema, acaso el más criticado de los fichajes de Florentino Pérez, ha sido uno de los más ovacionados.

En una época donde Guardiola tiene como máxima la posesión del balón y Mourinho mezcla el sistema ultradefensivo con el contragolpe, Ancelotti ha demostrado que no hay una sola fórmula secreta para tener éxito en el fútbol. Él puede que no haya elegido a Bale, Ilarramendi y compañía, pero cuando tiene riquezas, siempre ha sabido distribuirlas. Lo ha demostrado en las últimas temporadas. Hasta el canterano Jesé –hoy lesionado- ha podido brillar de las manos del italiano. Puede ser difícil compararlos con otros entrenadores, pero su éxito está al nivel o en un peldaño que superior que el resto del mundo en la actualidad.

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