Barcelona protagonizó un digno partido en Alemania contra el Bayern Múnich | Foto: EFE
Barcelona protagonizó un digno partido en Alemania contra el Bayern Múnich | Foto: EFE
Eliezer Benedetti

Desde hace mucho tiempo, perdió su esencia. Su última gran conquista fue la del 2015 de la mano de Luis Enrique y su MSN. Desde entonces, le costó volver a ser el imponente y temible equipo que históricamente ha sido. Su crisis, que ya llevaba años, estalló definitivamente en 2020 en Lisboa, cuando el le hizo tocar fondo con un apabullante 8-2 que nunca se borrará (el año pasado también perdió sus partidos de fase de grupos por doble 3-0). Pero ya pasaron más de dos años y las cosas han cambiado mucho, aunque el resultado sigue siendo adverso.

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Vale recordar a Quique Setién, que en reemplazo de Ernesto Valverde, tomó el mando de un Barcelona que estaba lejos de su mejor versión. Como era de esperarse, el entrenador santanderino no pudo cambiar la historia. El equipo culé se mantuvo irregular y eso le pasó factura.

Primero perdió LaLiga ante el Real Madrid. Luego, las ilusiones del Barcelona se renovaron cuando consiguió una gran victoria sobre Napoli en los octavos de final de la Champions League. Pero era una falsa alarma.

La dolorosa humillación que sufrió por parte del Bayern en cuartos de aquella competición dejó al club azulgrana al descubierto. Y las secuelas fueron inevitables.

Las consecuencias

Esa goleada en Lisboa abrió bastantes puertas que Barcelona nunca pensó abrir. La situación más difícil pasó cuando Lionel Messi reflexionó sobre su marcha del club. Ya no estaba feliz. Ya no se sentía parte de un plantel ganador. Y mandó un burofax para renunciar al equipo de sus amores. Aunque en su momento no pudo dejar a los ‘culés’, sí lo hizo al año siguiente firmando contrato con el PSG.

Quique Setién, por su parte, solo duró media temporada en Barcelona. Días después de la eliminación de la Champions, el club azulgrana confirmó la destitución del entrenador y en su lugar contrató a Ronald Koeman, que tampoco duraría mucho.

A la crisis deportiva del equipo se sumó la crisis institucional. El entonces presidente Josep Maria Bartomeu comenzó a hacer distintos movimientos para contrarrestar esta situación adversa y prescindió de muchos jugadores importantes en su plantel.

Lionel Messi se despidió del Barcelona en agosto del 2021 | Foto: REUTERS
Lionel Messi se despidió del Barcelona en agosto del 2021 | Foto: REUTERS

Y es que, a partir del 8-2, Barcelona fue protagonista en el mercado de fichajes, aunque no como quisiera. Padeció las bajas de Nelson Semedo, Luis Suárez, Arturo Vidal, Ivan Rakitic, entre otros referentes del equipo que se fueron yendo como Antoine Griezmann (préstamo al Atlético de Madrid), que costó 120 millones.

Asimismo, ante las constantes presiones por los malos resultados y la crisis económica del club, Josep Maria Bartomeu decidió dimitir junto al resto de su junta directiva en octubre del 2020. Meses después, en marzo del 2021, regresó Joan Laporta para ocupar ese lugar.

Se hicieron muchas cosas para revivir al equipo, pero la crisis lamentablemente continuó. Luego de la goleada sufrida en Lisboa, los culés -acostumbrados a triunfar- solo levantaron un título: la Copa del Rey del 2021. En LaLiga poco pudo hacer para que sus máximos rivales de Madrid le arrebataran el trofeo y en la Champions… le fue mucho peor.

En la temporada anterior de la competición europea, Barcelona se reencontró con su pesadilla alemana y realmente la pasó muy mal. En el Camp Nou, el Bayern le propinó un doloroso 3-0 y en el Allianz Arena también.

Los traumas seguían ahí bien presentes. De hecho, con esas derrotas, además de un 3-0 sufrido frente al Benfica, el club azulgrana tocó fondo: fue eliminado en la fase de grupos de la Champions por primera vez en 21 años. Y en la Europa League solo llegó hasta cuartos de final, al caer en esa llave ante el modesto Frankfurt.

Notable mejora

Otra vez Barcelona se reencontró con el Bayern en el mismo grupo. Pero ya no hay más Quique Setién ni Ronald Koeman. Ahora Xavi está a cargo. Y el plantel culé, en sí, se ha renovado muchísimo. Del once titular que Barcelona utilizó hace dos años en el 8-2, solo dos jugadores se han mantenido en el esquema (Ter Stegen y Sergio Busquets).

Eso sí, si contamos a toda la plantilla, solo han quedado nueve sobrevivientes de esa goleada histórica, aunque varios con distinto protagonismo. Gerard Piqué, por ejemplo, está a la sombra de Christensen y Araujo (quien ahora es titular). Jordi Alba y Frenkie de Jong también perdieron el titularato. Sergi Roberto ni siquiera aparece en la convocatoria. Y Ousmane Dembélé ha recuperado el brillo, siendo una de las mejores cartas del ataque azulgrana.

Todos estos cambios han hecho que el equipo logre potenciarse. Valiosas incorporaciones como las de Robert Lewandowski, Raphinha, Jules Koundé, entre otros, -además de figuras emergentes del club como Pedri y Gavi- han permitido que el club azulgrana sea más compacto en todo sentido. Pero no alcanza.

Alineación titular de Barcelona este martes ante el Bayern Múnich | Foto: @FCBarcelona_es
Alineación titular de Barcelona este martes ante el Bayern Múnich | Foto: @FCBarcelona_es

Después del apabullante triunfo sobre Viktoria Plzeň en el debut (5-1), Barcelona encaró su nueva revancha contra el Bayern Múnich en el Allianz Arena con Lewandowski de su lado y, pese a estar más cerca del gol por varios minutos, no pudo celebrar en ningún momento. El delantero polaco y sus compañeros culés se mostraron erráticos frente al arco en muchas ocasiones.

En tanto, el equipo alemán volvió a dar el golpe de gracia. Con goles de Lucas Hernández y Leroy Sané, Bayern se impusó 2-0 en casa y revivió, de cierta forma, la pesadilla culé.

Pero hay una noticia relativamente positiva. Más allá del resultado, Barcelona no se achicó en ningún momento y le jugó de igual a su bestia negra. Tranquilamente pudo ganar el partido. De hecho, remató cinco veces más que su rival (18-13). Simplemente, el resultado no le acompañó. En el Camp Nou, seguramente, el equipo de Xavi podrá saborear la miel de la victoria frente a los bávaros. Dependerá mucho de lo inspirado que estén sus jugadores.

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