Perú vs. Chile: la fea historia de 1997 y la hostilidad chilena

La generación que nació a fines de los 70, o mejor dicho, aquella que no recuerda a Perú en un Mundial tiene clarito este día. El  12 de octubre de 1997 Perú perdió más que un partido: perdió el boleto a Francia 98. Una cita a la que no acudimos por escaso margen de error y que tuvo un significado que trascendió al fútbol como no tenía que pasar.

Esa selección peruana conoció la peor cara de la derrota por su excesiva buena fe. Se subestimó a la organización chilena, que en cuestiones extrafutbolísticas elucubró un plan de desestabilización del equipo, cuerpo técnico y dirigentes para que todo esté a favor de la ‘Roja’. Las armas utilizadas por los sureños fueron vergonzosas.

El Perú de Oblitas se encontraba en cuarto lugar. En toda esa Eliminatoria fue la única vez que la blanquirroja estuvo en zona de clasificación tras ganarle 2-1 a Uruguay en Lima con goles de Roberto Palacios y Germán Carty. Contaba con 22 puntos. Chile era el quinto en la tabla y venía de caer en dos partidos consecutivos ante Uruguay y Argentina. A Perú un empate en Santiago le ofrecía la oportunidad de llegar a la fecha final en Lima contra Paraguay, con la clara opción de ir a un Mundial luego de 16 años.

“Era una guerra”, dijo Freddy Ternero, asistente de Oblitas en esa campaña. "No lo puedo asegurar, pero eso no lo organizó la gente del fútbol; estoy seguro que fueron los hombres de inteligencia de ese país", agregó. Una noche antes del partido, Perú llegó a reconocer el campo del Nacional de Santiago y se dio con la sorpresa de que estaba cubierto con un plástico. Los encargados decían que era para prevenir la lluvia. Los propios peruanos tuvieron que darse el trabajo de desenrrollar el plástico para trabajar. Luego un dirigente chileno retrucó que solo podían entrenar con zapatillas y Nicolás Delfino se puso fuerte para permitir que lo hiciesen con botines. Nunca hubo una gentiliza por parte de los dueños de casa.

Ya lo que pasó el 12 de octubre fuera del Estadio Nacional de Santiago fue un escándalo. Agresiones a peruanos, los vidrios del bus rotos, un clima sumamente hostil. Y el punto cumbre ocurrió a la hora de la entonación del Himno del Perú: una silbatina descomunal que –se dice– se apoyó en pifias grabadas que se transmitían por altoparlantes .

¿Y por qué se entonó el himno bicolor si se sabía que la actitud chilena estaba inducida al agravio? La historia es que la delegación peruana conoció de parte de los locales que tocarían su himno. “Entonces Perú también quiere el suyo”, anotó el gerente de selecciones de entonces, hoy fallecido, Pepe Aramburú. El psicólogo Leopoldo Caravedo mostró su conformidad, lo mismo que Oblitas.

Reportes de El Comercio de la época narran el comentario final del entonces presidente de la FPF, Nicolás Delfino, sobre el hecho. “Se creyó que el himno iba a enraizar a nuestros jugadores, pero ahora que he visto el video del partido creo que la pifiada los asustó”.

Fue cierto, los peruanos miraban a las tribunas y ni siquiera escuchaban la música de su símbolo patrio. Con toda la hostilidad que habían sufrido en las horas previas, definitivamente sus cabezas no estaban 100% concentradas en el rendimiento futbolístico. Chile, un equipo con grandes delanteros como Iván Zamorano y Marcelo Salas, no contaba con el mismo nivel en sus zonas posteriores y Flavio Maestri llegó a rematar dos veces al parante. Pero los dueños de casa aprovecharon algunas flaquezas de la zaga peruana con Julio César Balerio y Juan Reynoso, principalmente, para capitalizar.

Esa jornada tan desagradable que culminó en 4-0, dejó a la selección peruana virtualmente eliminada y con la autoestima destrozada. De aquel plantel en la actualidad quedan Juan Carlos Oblitas (Director de la FPF), Nolberto Solano (asistente de Gareca), Antonio García Pye (gerente), Jorge Alva (médico de la selección) y Javier Quintana (Secretario FPF). En la actualidad hay una versión de que la Conmebol castigaría a los chilenos si hoy existe agresión la delegación bicolor o contra el himno peruano. La sanción iría directamente contra la posibilidad de ser locales en las Eliminatorias Rusia 2018. Pero eso está por verse.