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El lamento del Manchester City tras ser eliminados de la Champions League por el Olympique Lyon | Foto: EFE

Batacazo en Lisboa. Contra todo pronóstico,  derrotó 3-1 a  en la última llave de cuartos de final y clasificó a la semifinal de la , donde deberá medir fuerzas contra el Bayern Múnich el próximo miércoles.

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El equipo de Pep Guardiola arribó al partido como el gran favorito para el duelo por cuartos de final en el estadio José Alvalade. Sin embargo, fue la sombra de aquel equipo avasallador que se vio en la Premier League. Los ‘Citizens’ lucieron parcos, inconexos y faltos de dinámica; aspectos que le sobraron al Lyon en los momentos decisivos.

El cuadro de la Ligue 1 dio el primer golpe. A los 24′, un rebote en el área fue capturado por Maxwell Cornet para convertir el 1-0 que le dio la tranquilidad al equipo que hoy vistió de negro. Tras ello, cedieron el balón para que el City lo administre y ellos dedicarse a neutralizar al rival.

Con ese resultado terminó la primera mitad. Pese a lo que se preveía, Guardiola decidió no mover el banco para la segunda mitad. Eso sí, el trámite cambió un poco y resultado también varió. Una corrida de Sterling le permitió a Kevin De Bruyne empatar el marcador a los 69′.

Los cityzens adelantaron sus líneas en busca de romper la igualdad y alcanzar la remontada, pero Moussa Dembélé se hizo presente en el Lyon impedirlo. El delantero galo resolvió un mano a mano frente a Ederson en el momento más tenso del partido, tras anotar el 2-1 entre las piernas del portero.

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Debajo en el marcador, el conjunto inglés tuvo una inmejorable ocasión de gol en los pies de Raheem Sterling: el delantero erró un gol debajo del arco y sin marca. Un minuto después, Dembelé capitalizó el fallo del City para convertir el 3-1 final en una contra letal del Lyon.

De esta manera, Manchester City se vuelve a despedir en los cuartos de final de la Champions League, como en las anteriores dos ediciones del torneo. Aunque esta vez el equipo inglés parecía llegar más lejos, el resultado fue el mismo de siempre ante un rival como el Lyon, que sigue siendo el talón de Aquiles para Guardiola en su etapa celeste.

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