Eliezer Benedetti

Este sábado a las 10:00 p.m., en la imponente ciudad de Las Vegas, conocida popularmente como la Ciudad del Pecado, se escribirá un nuevo capítulo de un duelo que -hablando de pecado- se ha convertido en un auténtico vicio para los amantes del fútbol en varios rincones del mundo. La fiebre del vs. o Barcelona vs. Real Madrid (el orden de los factores no altera el producto esta vez), se vivirá una vez más en Estados Unidos y por cuarta ocasión fuera de España.

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Hace unos cinco años, también por estos días de julio, Real Madrid y Barcelona protagonizaron su primera batalla en Norteamérica. La previa de aquel clásico se vivió con mucha intensidad en tierra estadounidense y la venta de entradas, claro, se lució con precios exorbitantes.

Cualquiera que quería disfrutar de ese partido amistoso, válido por la International Champions Cup 2017, tenía que pagar como mínimo 350 dólares. Y si buscaba un espacio mejor para ver el encuentro en primera plana, la inversión podía llegar hasta 4.500 dólares, que en reventa superaba -incluso- los más de 20 mil dólares.

¿Valía la pena? Lo más probable es que para la mayoría sí lo valía. Ya en el Hard Rock Stadium, un maravilloso espectáculo le deparó a los 66 mil aficionados que se hicieron presentes en las tribunas. Al mismo estilo de una Super Bowl, no faltaron los fuegos artificiales, así como tampoco la música. Nada más y nada menos que Marc Anthony se encargó de deleitar a los asistentes con un pequeño concierto en un “show de medio tiempo”.

Sobre el partido en sí, se desarrolló como se esperaba: como un clásico. La rivalidad germinó a flor de piel en la cancha y en las gradas. El Barcelona de Ernesto Valverde, con su típico juego de posesión y su temible e irrompible tridente ‘MSN’, conformada por Messi, Suárez y Neymar (un mes después fichó por el PSG), supo imponerse 3-2 sobre un errático Real Madrid de Zinedine Zidane, que no contó con Cristiano Ronaldo, pero sí con Bale y Benzema (la BBC).

Los culés, aprovechando las falencias defensivas de su clásico rival, se habían adelantado rápidamente con goles de Messi y Rakitic al minuto 3′ y 7′. Ese gran arranque azulgrana anunciaba una goleada contundente, pero Kovacic y Asensio se encargaron de empatar el marcador antes de finalizar el primer tiempo. Ya en la segunda mitad, un solitario gol de Gerard Piqué le dio el triunfo a los culés.

Este sábado, Estados Unidos volverá a acoger el clásico español, aunque quizá con menos expectativas que hace cinco años (precio de entradas oscila de 290 a 1.000 dólares). Ya con la MSN esfumada en Barcelona y con Benzema como el único sobreviviente de la BBC madridista, los pupilos azulgranas de Xavi y los discípulos blancos de Carlo Ancelotti medirán fuerzas con muchas caras nuevas en Las Vegas, exactamente en el Allegiant Stadium de la ciudad de Paradise, Nevada.

El clásico español en Venezuela

Solo tres veces en la historia, un Barça vs. Madrid se ha jugado a miles de kilómetros de distancia de España. En Las Vegas se consolidará el póker absoluto. Pero antes de todo, mucho antes de Estados Unidos o Arabia Saudita (Riad), fue Venezuela el primer país no español que albergó este clásico, con muchos matices distintos a los clásicos que recientemente se disputaron fuera de la nación ibérica.

Cuando corría el año 1982, Barcelona y Real Madrid volvieron a coincidir en un campeonato internacional, pero no en Copa de la UEFA, o Supercopa de Europa, o cualquiera de esas competencias de antaño, sino más bien en la Copa Presidente de la Repùblica en Venezuela, que tenía a Luis Herrera Campíns en el máximo cargo del país.

En aquel torneo, los dos grandes de España afrontaron un cuadrangular con el Porto y el Inter de Milán (campeón). En semis, los culés cayeron ante el cuadro portugués y los merengues corrieron la misma suerte frente a los italianos. Por ello, ambos debieron medirse en un partido por el tercer y cuarto lugar.

Entonces, el 30 de mayo de 1982 —no en la capital Caracas, sino en Barquisimeto— Real Madrid y Barcelona se midieron ante la mirada de tan solo 700 espectadores, según prensa venezolana. Incluso, algunas de las escasas crónicas de ese cotejo apuntan que apenas 40 personas asistieron al estadio Farid Richa. Uno de aquellos pocos espectadores era Alfredo Di Stéfano, que al año siguiente debía tomar las riendas de la ‘Casa Blanca’.

Insólitamente, casi nadie le había prestado atención a ese primer clásico español en el extranjero. Ni siquiera en España hubo la repercusión que siempre amerita el encuentro más importante para su país. Toda la atención estaba puesta en el Mundial que días después se iba a jugar justamente en la nación ibérica. Además, los focos también estaban puestos sobre el inminente fichaje de Diego Maradona por el club culé (4 de junio). Como si fuera poco, el encuentro fue televisado únicamente en Venezuela.

Con todos esos condimentos, la poca -o nula- atención en el clásico se terminó reflejando en la cancha: Real Madrid se impuso 1-0 sobre el Barcelona en un cotejo con muy pocas emociones. La expulsión de Fraile (89′) por lanzarle el balón en el rostro a Clos fue -quizás- lo más palpitante de ese día. Tan intrascendente fue ese clásico que Vicente del Bosque, autor del único gol del encuentro, apenas recuerda su tanto.

“Me acuerdo de poco, sé que marqué yo el gol porque me lo recordásteis vosotros (la Prensa), pero ni idea”, reveló Vicente al diario AS. “Los periódicos estaban llenos de noticias de la preparación de la selección española para el Mundial. También de la llegada de Maradona con Argentina, estando ya fichado por el Barça. Poco nada de nosotros. A Venezuela fuimos los del carrito del pescado”, complementó en la entrevista.

Ese clásico español está enterrado incluso por sus mismos protagonistas, pero la prensa (ahora) no se cansa de sacar del polvo la poca información que se publicó ese día y revivir aquel Barça vs Madrid -uno de los más insólitos de su historia- sin precedentes.

DATO
Ficha técnica del partido

Real Madrid CF: García Remón; Juan José, Fraile, Salguero, San José; Del Bosque, Ángel, Carcelén (46. García Cortés); Ito, Pineda e Isidro (46. Portugal). Entrenador: Luis Molowny.

FC Barcelona: Amador; Gerardo, Migueli, Olmo, Ramos (52. Valor); Zuviría (52. Morán), Moratalla, Estella (75. Salva), Landáburu; Simonsen (52. Clos) y Carrasco. Entrenador: Udo Lattek.

Gol: Del Bosque (7).

Árbitro: Blanco (Venezuela). Expulsó a Fraile (89) por agredir a Clos en el rostro lanzándole un balón.