Vicente del Bosque, entrenador de la poderosa selección española de fútbol admitió que es inseguro y que le tiemblan las piernas por la responsabilidad de su cargo. ¿Es inseguro?, le preguntó el diario argentino Clarín en una entrevista que publicó hoy. El entrenador respondió: Pues sí, lo soy. Hablar de fútbol y estar muy seguro de lo que haces es imposible.

En este sentido, Del Bosque habló sobre su decisión de jugar casi sin un delantero centro en la última Eurocopa, que finalmente ganó España: No estábamos seguros de que eso era lo perfecto. Aquel que está tan seguro de ciertas cosas y del fútbol hummm peligroso, muy peligroso. La inseguridad del que manda, del que tiene que tomar decisiones es permanente, permanente.

¿Le tiemblan las piernas?, fue otra de las consultas del periódico: Es una realidad que tiene que ver con la responsabilidad, con no defraudar las expectativas. A veces tengo un sudor frío, un calor que no controlo del estado emocional, dijo el seleccionador que con España fue campeón del mundo en Sudáfrica 2010.

Del Bosque sostuvo que estas sensaciones aparecen momentos antes del entrar al campo de juego: Todas las personas que tienen mucho sentido de la responsabilidad se sienten agobiadas, angustiadas.

El seleccionador también opinó sobre el argentino Lionel Messi: Es insólito que un tío meta tantos goles. Es un jugador enormemente dotado que no ha perdido la impronta de lo que es un jugador de calle. Es un chico de barrio, de esos de los que empiezan todos a hablar. Es muy majo.

SU HIJO CON SÍNDROME DE DOWN En la entrevista también contó que espera que sus tres hijos sean formales, majos, buenos. Perfectos no van a ser. Cada día hace falta más preparación para todo. La gente la tiene muy difícil para trabajar, peor para el que no tiene preparación.

El nacimiento de su hijo Álvaro con síndrome de Down resultó muy inesperado para Del Bosque: Nos preguntamos: ¿por qué a nosotros? Hemos ido resolviendo las preguntas que han ido surgiendo.

Tiene una relación muy fuerte con toda la familia. Es un chaval ya. Agradable, irónico, familiar. Cuando más gente tiene a su alrededor, mejor. Si hay una palabra que lo refleja es amor. Es un niño que nos da a nosotros mucho más que lo que le damos a él. Somos felices. Se aprende mucho, contó.

MAL CONSEJO A su vez, el entrenador de 62 años aún recuerda cuando en un pasillo del Real Madrid le dijeron que tenía que irse después de ganar dos Ligas: No me gusta hablar de esto. Hombre, fue doloroso después de 36 años de una vida en el club en el que luché por pequeñeces como encontrar un balón que se había perdido o apagar la luz para que no se gastara mucho.

De todos modos, dijo que no se sorprendió: Pero sabía que, después de ser entrenador del primer equipo, el siguiente paso era salir. Ser entrenador del primer equipo produce un desgaste enorme. Y eso que no éramos muy dogmáticos y podríamos haber tenido más recorrido.

Del Bosque sostuvo que el liderazgo de un plantel es algo que tiene que ver, fundamentalmente, con la experiencia. Tiene que ver con toda una vida estando en un vestuario.

Tiene que ver con la formación de las personas, el carácter. Y también, si me apuras, con el sentido de humor, comentó y añadió: Detrás de esta apariencia me imagino que algo de sorna tenemos.

En algunas ocasiones digo que no es un síntoma de debilidad para un entrenador que los jugadores crean que son ellos los que mandan, pero en la realidad se hace lo que uno quiere, dijo.