Brasil necesitó solamente dos semanas y cinco partidos para volver a ser Brasil. Con una campaña perfecta, el equipo que inició la Copa Confederaciones desacreditado se alzó con el título del torneo derrotando a nada menos que España, y se metió en la lista de fuertes candidatos al título de su Mundial, el del 2014.

Con el triunfo sobre los campeones mundiales y dobles campeones europeos, el equipo liderado por el astro del Barcelona Neymar transmitió el mensaje al mundo deseado por el seleccionador Luiz Felipe Scolari, nombrado hace solo seis meses para comandar a la desacreditada ‘verdeamarela’ y convertirla en candidata al ‘hexacampeonato’ en el próximo año.

“Si ganamos, estaremos enviando un mensaje a todas las otras selecciones: que estamos en condiciones de disputar el título en 2014 con otros siete u ocho equipos”, había afirmado Scolari en la víspera del choque decisivo en el mítico estadio Maracaná, de Río de Janeiro.

En la misma oportunidad, Scolari advirtió que, jugando en casa, los brasileños “debemos hacernos respetar”. Y así fue. Brasil estaba en casa, más que nada porque jugaba en su templo, el Maracaná, en el que solo sufrió hasta hoy siete derrotas, la última de las cuales en el lejano año 1957, ante la archirrival Argentina.

La ‘torcida’ de más de 70 mil personas que tiñó de amarillo las gradas del estadio apoyó al equipo desde el primer minuto, y habrá asustado al rival al entonar a todo pulmón el himno nacional hasta el final, aún después de que los altoparlantes ya habían cesado de transmitirlo.

La hinchada abucheó cada jugada de la ‘Roja’, gritó los nombres de los ídolos y cada tanto trató de recordar el envidiable estatus del país: “¡Pentacampeón! ¡Pentacampeón!”.

Sobre el terreno de juego, los jugadores correspondieron con creces a las expectativas: cerraron espacios para el toque de pelota del adversario y atacaron en velocidad vertiginosa, con pases precisos, de la mano de un dúo de ataque casi letal, al aliar la habilidad del astro Neymar al olfato goleador y al oportunismo de Fred.

“Brasil mostró al mundo que aquí está la selección brasileña, que tenemos que ser respetados. Hoy (ayer) fue una gran victoria sobre la mejor selección del mundo y no nos escondimos, todos buscamos el juego, todos corrimos”, afirmó Neymar.

La amplia victoria sobre España representó también la despedida perfecta para la principal estrella de Brasil, Neymar, quien después de años de resistencia se trasladará finalmente en julio a Europa para jugar por el Barcelona, que pagó 57 millones de euros para ficharlo. Un monto que, ahora, no parece exagerado.

El otro grande vencedor de la Copa Confederaciones es el técnico Scolari, cuyo nombre fue gritado por la ‘torcida’ durante todo el partido y que afianzó durante el torneo su fama de ‘mago’, al lograr convertir el grupo amorfo de 23 jugadores que recibió hace un mes en un equipo capaz de golear a la casi imbatible España y presentarse como fuerte candidato al título del Mundial 2014, cuya final se jugará en el mismo Maracaná.