De los números no se opina, solo basta mencionarlos: 225 goles en 216 partidos disputados con el Real Madrid. Estos hablan por sí solos y definen perfectamente quién es Cristiano Ronaldo, un asesino del gol que es favorito para ganar su segundo Balón de Oro por encima del argentino Lionel Messi y el francés Franck Ribéry. Hoy la vida le sonríe al portugués. Es el goleador de la Champions League (8 goles), de la Liga española (16) y acaba de clasificar a su selección tras anotar los cuatro goles del repechaje en el resultado global (4-2) frente a la Suecia de Zlatan-.

La historia de Cristiano, sin embargo, no siempre fue feliz. Como cualquier otra persona, tuvo momentos duros que superó con el paso del tiempo. “Era un niño como los otros, siempre corriendo a todas partes con los pies descalzos”, contó hace un tiempo Manuel Andrade, una de las que fuera la vecina de Cristiano y su familia en Funchal, capital de la isla de Madeira, donde nació la ahora estrella del Real Madrid. Cristiano, además, vio morir a su padre con solo 22 años, víctima del alcohol y tuvo que convivir con su hermano, quien cayó en el vicio de la droga.

“Cristiano ha visto lo que la bebida y las drogas le pueden hacer a la gente que tiene cerca y eso es, en parte, lo que ha contribuido a hacer de él quien es hoy en día. Eso explica por qué Cristiano no tiene vicios. No fuma y no bebe. Su única adicción es el fútbol”, contó alguna vez su madre Dolores Aveiro en declaraciones al diario portugués “Récord”. Todos estos obstáculos tuvo que superar el astro portugués, quien empezó su carrera en el club local Andrinha, en el que su padre trabajaba como empleado de mantenimiento, y en el que Cristiano ganaba 25 euros mensuales, mientras que hoy en día su sueldo alcanza el millón 250 mil euros.

La batalla más dura que enfrentó fue un grave problema en el corazón cuando tenía 15 años y jugaba en el Sporting de Lisboa de su país. “Su corazón latía demasiado rápido cuando él estaba en reposo”, contó su madre Dolores al diario “The Sun”. Luego de ser observado por los médicos, estos decidieron que el pequeño Cristiano debía ser operado. “Temíamos seriamente que tuviese que dejar el fútbol”, dijo su madre; no obstante, la taquicardia resultó más sencilla de lo previsto. Los médicos cauterizaron el problema y pocos días después CR7 volvió a entrenar con normalidad. “Cristiano nunca se tomó el problema en serio, pero yo pasé mucho miedo”, agregó su madre.

Uno de los principales cuestionamientos que ha recibido Cristiano a lo largo de su carrera se debe a su carácter. Sus principales críticos reconocen en él a una persona antipática. Incluso lo denominan como un mal perdedor, a lo que él responde: “Cuando me conoces realmente, si eres mi amigo y te dejo entrar a mi casa, si pasas el día conmigo, te darás cuenta de que odio perder”. Pero como reniega tras cada derrota, también sonríe durante su tiempo libre, en el que escucha al cantante puertorriqueño Luis Fonsi, uno de sus ídolos de la música. Antes de fichar por el Madrid, Cristiano afirmó que escuchaba a Fonsi, además, para aprender a pronunciar el idioma español.

En adelante la vida de Cristiano ha transcurrido con más momentos felices que tristes. El nacimiento de su hijo y el noviazgo con la modelo rusa Irina Shayk le inyectaron a su vida esa paz interior que necesitaba para convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo. ¿Ganará el Balón de Oro? En 2008 no tuvo contrincante y se alzó con el primero. Esta vez demuestra día a día que es un serio candidato para llevárselo por segunda vez, más allá de que haya dicho que no está “obsesionado” con ganar este galardón. Cristiano, con el Balón de Oro o sin él, seguirá desbaratando las leyes del fútbol.