Como DT, Maradona nunca pudo ser campeón. (Foto: AFP)
Como DT, Maradona nunca pudo ser campeón. (Foto: AFP)
Juan Miguel Jugo Rebaza

volvió al fútbol argentino y de qué manera. En una fiesta inolvidable realizada en el estadio Juan Carmelo Zerillo del Gimnasia y Esgrima la Plata, los hinchas demostraron su devoción al mejor jugador de la historia del fútbol. Sin embargo, ello no es suficiente salvar al Lobo del fantasma del descenso.

Aunque para Gimnasia sí lo es. En solo tres días se afiliaron 2.200 socios nuevos y logró regularizar la cuota de más de mil. Eso no es todo, en ventas también hubo mejoras para un club poco laureado en el país gaucho; en pocas horas se vendieron 1.000 camisetas edición limitada con la ‘10’ de Maradona estampada en la espalda, número que lo acompañó durante toda su carrera.



A pesar de toda esta algarabía fundada por un futbolista rebelde y conocido por hazañas-como también por sus escándalos-Maradona dijo: “no soy ningún mago, solo vengo a trabajar”. Y ello es lo que en realidad debería preocupar a los dirigentes del Lobo, pues Diego no es un entrenador conocido por sus planteamientos tácticos ni duros entrenamientos, sino una suerte de motivador, porque no es lo mismo que un técnico que no tuvo mucho éxito como futbolista pida entrega a que lo haga el Pelusa, alguien con capacidad convencimiento y mucho liderazgo, el capitán de los campeones de México 86.

La carrera de Maradona como entrenador ha sido discreta. Su último paso por el fútbol mexicano fue su mejor experiencia al mando de un equipo; lo llevó a un partido del ascenso. Pero con Racing y la selección argentina, tuvo campañas irregulares. No tiene un patrón de juego ni un trabajo destacado, no ha descubierto futbolistas, no hizo nada distinto ni aportó una filosofía táctica en sus equipos, estuvo siempre en el lado emocional, más que en el táctico. Sabiendo eso, incluso el mismo Maradona, ¿Por qué Gimnasia apuesta por él?

Apuesta porque Maradona es una persona muy querida en Argentina y ello se traduce en crecimiento de las arcas del club. Tal como ellos han informado, en tres días han recaudado fondos que de otra manera no tendrían. También aseguran estadios llenos, habrá gente que quedará afuera soñando con ver a la “Mano de Dios”, eso incrementará los ingresos por taquilla, venta de camisetas, entre otros.

Sin embargo, la otra cara de la moneda está en lo futbolístico, sobre la capacidad que tiene como entrenador de levantar a un equipo casi muerto y condenado a jugar la Primera B Argentina. En este caso todo dependerá de Sebastián Méndez, asistente técnico de Diego, que estará a cargo del equipo.

El “Gallego” verá mucho más la parte futbolística y es de quien realmente dependerá la permanencia de Gimnasia en primera. Pero, toda la presión de la prensa, de los críticos y de la hinchada será tomada por el ‘10’, y quién se atreverá a “cargarlo” en ese país. Incluso, sin un VAR que sostenga un nivel competitivo de fútbol como el de la Superliga, sumado a la idolatría del país entero por Maradona, podríamos tener algún arbitraje polémico. El peso del mejor futbolista argentino no da mucho espacio a la razón.

“Si no nos salva, vamos a estar muy agradecidos igual”, sostienen los hinchas al salir del entrenamiento del último domingo y me deja esta pregunta: ¿Maradona es más grande que Gimnasia?

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