Para Franck de Boer, entrenador del Ajax de Holanda, la ausencia del lesionado Lionel Messi no cambiará mucho la calidad de la formación del Barcelona, y su cuadro debe centrarse en su propio juego en el partido del martes por la Champions League del fútbol europeo.
Ajax necesita una victoria en casa para mantener vivas sus aspiraciones de avanzar en el Grupo H. El equipo holandés está tercero con cuatro puntos, detrás del Barcelona ya clasificado con 10 y el AC Milan, que tiene cinco.
Incluso sin Messi es un equipo formidable, dijo De Boer. Si ambos equipos juegan bien, entonces el Barcelona tiene más calidad. Pero en ese caso el mejor no tiene por qué ganar. Buscaremos dominarlos, pero sabemos que no va a ser fácil, afirmó.
De Boer sostuvo que con el nuevo técnico Gerardo Martino, el Barcelona tiene un estilo más directo que con Pep Guardiola. Buscan que la pelota llegue a sus delanteros más rápido, puede que por influencia argentina, pero nuestro plan de batalla sigue siendo el mismo, destacó.
Pese a la ausencia de Messi en varios partidos desde que empezó la temporada, el Barca ha mostrado un gran nivel y lidera la liga española con una ofensiva liderada por el chileno Alexis Sánchez, el brasileño Neymar y Cesc Fabregas. Un empate valdría al semifinalista de 2012 para avanzar como cabeza de serie.
En el otro partido del Grupo H el Milan, segundo con cinco puntos, se jugará parte de su pase a octavos en casa del Celtic de Glasgow. Los escoceses reciben a un Milán en crisis, pero al que le vale el empate, dispuestos a luchar por una victoria que le permitiría continuar aspirando a superar la primera fase de la Champions League.
Así, el Milán tendrá que sacar confianza ante el Celtic en un momento difícil para el equipo italiano en el que una victoria les haría recuperar el entusiasmo. El equipo milanés le basta un empate para tener matemáticamente asegurado su pase a la siguiente fase, pero viaja sin algunos lesionados.
En el encuentro liguero del sábado pasado contra el Génova en el que el partido finalizó con un empate (1-1), la crisis en el Milán se cristalizó aún más con las protestas de la afición, sobre todo con Mario Balotelli, quien no anota un gol desde el encuentro de la Champions League contra el Ajax.