El capitán del Chelsea, John Terry, fue declarado por un tribunal de Londres inocente, tras las acusaciones de comportamiento racista hacia el jugador del Queens Park Rangers Anton Ferdinand a causa de falta de pruebas.

El defensa internacional de Inglaterra compareció esta semana ante un tribunal de Westminster por un “delito de alteración del orden público con agravante racial” durante un encuentro de la liga inglesa.

Sin embargo, en su veredicto, el juez de distrito Howard Riddle aseguró que “no hay duda” de que Terry se dirigió a su compatriota en términos racistas, pero reconoció que era imposible desmentir la versión del capitán del Chelsea, por lo que fue declarado no culpable.

“Puede ser que lo dijera sin intención de ser un insulto, sino como un desafío a lo que creía que le habían dicho. En estas circunstancias, al existir dudas, el único veredicto que puede dictar un jurado es no culpable”, concluyó Riddle.

Tras la sentencia, el Chelsea emitió un comunicado en el que mostró su respeto por la decisión del juez y se alegró porque el jugador pueda centrarse de nuevo en el fútbol.

Por otro lado, de haber sido declarado culpable, el capitán ‘blue’ podría haber recibido una multa de 2.500 libras (3.075 euros) como máximo.