Es conocida su astucia y maña en los campos de juego. Ya una vez puso la mano contra Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010, y en otra oportunidad mordió a Ivanovic en un partido de Premier League y más de una vez ha fingido faltas para engañar a los árbitros.
Y hoy no ha sido la excepción. Luis Suárez provocó una falta en el empate 2-2 entre el Liverpool y Aston Villa.
El árbitro Jonathan Moss no dudó en pitar el penal. La jugada permitió que Steven Gerrard marqué la igualdad ()2-2 para que así los ‘reds’ rescaten un punto en el estadio de Anfield.
La pregunta es: ¿fue o no penal? ¿Qué opinan ustedes?