Chelsea remontó con dos golazos para vencer 2-1 al Liverpool, pero una jugada protagonizada por Luis Suárez encenderá la polémica en Inglaterra. A los 82’, el atacante más temido por el DT rival José Mourinho, inventó un ataque y se internó en el área: luego de perder el balón, Samuel Eto’o fue directo a derribarlo.

El árbitro Howard Webb estaba frente a la jugada, pero no cobró el claro penal que podría haber cambiado la historia del partido. Quizás, mucho tiene que ver la mala reputación de Suárez, tan conocido en la Premier League por exagerar las faltas.

Es más, luego de la falta alevosa de Eto’o, el uruguayo repitió una de sus mejores voladas para darle espectacularidad a la acción. Hoy no necesitó de esa ‘virtud’ histriónica que le hizo ganar muchos penales y tiros de riesgo a favor de sus equipos, simplemente el árbitro no quiso cobrar el penal.