No era un vándalo, tampoco un pandillero, solo era un pequeño niño travieso cuando vivía en su natal Rosario. Su madre Celia Cuccittini una vez contó que su hijo, Lionel Messi, era muy reacio a ir a Las Heras, su colegio cuando era todavía un chico. “Él no quería ir al colegio, decía que se sentía mal, no quería ir. Se cerraba la puerta, empezaba a tirarme piedras, decía que no iba a venir al mediodía”, comentó la madre.
“Yo le decía que le iba a decir a su papá, él se burlaba, era muy consentido”, le respondía Celia Cuccittini cuando Lionel actuaba de esa manera. Y no solo eso. A Messi, al igual que ahora, tampoco le gustaba perder hasta en los juegos de cartas. “Nadie quería jugar porque tarde o temprano nos iba a trampa. Él quería ganar todo, desparramaba las cartas y el juego terminaba”, añadió la madre.