El fútbol es muy dinámico. Hace tres semanas parecía que Madrid se quemaba y ahora parece que está todo bien. Y aquí parecía que fuera Disney y ahora es la casa del terror. Se trata de recuperar la confianza respecto al juego. No hemos estado a la altura de lo que puede estar este equipo, reconoció el argentino del Barcelona Javier Mascherano.

Tras el primer entrenamiento después de la derrota en el Santiago Bernabéu ante Real Madrid, Mascherano reconoció que el vestuario debe dar un poco más para salir de esta racha de resultados, aunque tampoco hay que volverse loco, sino tratar de encontrar la serenidad y la humildad.

Son desencadenantes que se van dando. Escuchaba ayer al presidente y coincido en que quizás el hecho que tras el primer impacto de la noticia de Tito, uno va cayendo con el tiempo. Este equipo hace rato que arrastra muchas cosas de esta situación. En algún momento lo terminas sintiendo, explicó.

RECUPERAR LA CONFIANZA El jugador negó que el equipo se haya cansado de ganar, sino todo lo contrario, pero si hay un lugar donde hay presión es éste, donde pierdes un partido y se acaba el mundo.

Tenemos que volver a los cimientos, a recuperar esa confianza que nos llevó a conseguir tantas cosas, prosiguió. Todos tenemos que dar un poco más, del primer al último, del que abre la puerta de la ciudad deportiva al que la cierra, porque estamos en una situación atípica, que nosotros no buscamos.

Se enfermó un compañero, se nos enfermó el jefe, que no está de vacaciones en Nueva York y nadie más que él querría estar aquí, aseveró, y recordó, sobre su sustituto Jordi Roura, que aquí no se señala a nadie con el dedo, aquí los culpables somos todos.

Estas situaciones te hacen más fuerte. El éxito te deforma, como decía un gran entrenador mío, te hace sentir más importante de lo que eres. Es más fácil analizar los últimos quince días que los últimos cinco años. Si alguien tiene dudas del sistema, que repase los últimos cinco años y se le irán las dudas, recalcó.

Ironizó sobre Leo Messi: Se le está juzgando porque en los últimos cinco partidos, en lugar de diez goles, hizo tres. Si ya empezamos a dudar porque en dos partidos no marcó, estamos equivocados.