Mauricio Pochettino quedó muy mortificado por el arbitraje del partido entre Tottenham y Burnley (1-2), por la jornada 27º de la Premier League.
Terminado el compromiso, Mauricio Pochettino ingresó raudamente al gramado y se dirigió hacia el silbante, a quien le expresó todo su malestar de una manera llamativa.
El estratega del Tottenham se puso cara a cara con el árbitro del cotejo y le dijo de todo. Las reacciones del argentino no dejaron nada para la imaginación.
Una vez que Mauricio Pochettino desfogó su irá, se retiró del lugar y saludó a los deportistas rivales. Con uno de ellos se dio un breve abrazo.