El Real Madrid superó la difícil prueba de Old Trafford, donde venció al Manchester United para alcanzar los cuartos de final de Champions League (1-2), con claves como la expulsión de Nani, la entrada en escena de Luka Modric, las atajadas de Diego López y la difícil noche de Cristiano Ronaldo en su emotiva vuelta a casa.

Las claves del pase del Real Madrid a cuartos de final fueron:

1. La expulsión de Nani. fue una decisión del colegiado turco Cuneyt Cakir que indignó al Manchester United y provocó que hasta José Mourinho admitiese que bastaba con una cartulina amarilla por la patada en el costado de Nani a Arbeloa. Hasta ese momento (minuto 55), el Real Madrid no construyó fútbol y cayó en la trampa preparada por Alex Ferguson. Dos líneas de cuatro en defensa y un marcaje al hombre de Welbeck sobre Xabi Alonso, anularon espacios y taparon la fuente de alimentación del juego madridista. En la primera parte, obligado a construir fútbol con la posesión en su poder, el equipo español expuso sus carencias cuando no puede exhibir su letal contraataque.

2. La entrada en escena de Modric. Por fin el centrocampista croata justificó los 30 millones de euros que el Real Madrid pagó por su fichaje. Lo hizo en el mejor momento, cuando ya no era viable la excusa de que pagaba no hacer la pretemporada en el tiempo de negociación con el Tottenham. A Luka le ha costado adaptarse a un club de la grandeza del Real Madrid. No se había liberado ni mostrado el fútbol que lleva dentro hasta su regreso a Inglaterra y precisamente lo hizo en Old Trafford, en el estadio del equipo que luchó por su contratación el pasado verano. El croata saltó al campo a los 58 minutos, ante un Manchester United en inferioridad numérica, y supo que hacer con un rival que reculo aún más metros para encerrarse. Dio velocidad, combinó con calidad con sus compañeros e hizo lo que el Real Madrid no había hecho hasta su aparición, chutó desde lejos. Un zapatazo suyo, con rosca perfecta, golpeó el poste y se coló en la portería inalcanzable para De Gea. Fue el punto de inflexión para la reacción madridista.

3. Las atajadas de Diego López. Sus puños en alto al cielo de Manchester y su grito quitando la presión que sufrió los noventa minutos fueron una muestra de liberación de un portero al que le ha cambiado la vida. La lesión de Iker Casillas dio un vuelvo a su carrera en unas horas. Sufría en Sevilla, con una difícil convivencia con Andrés Palop y sintiéndose en el centro de la crítica estudiada cada una de sus actuaciones. Cumplió el sueño de volver a su casa y desde el primer momento rindió a buen nivel, exhibió la experiencia que hacía falta para tapar la ausencia del considerado cinco años consecutivo mejor portero del mundo. De Old Trafford salió sin encajar un gol con el Villarreal y vestido de héroe con el Real Madrid. Firme cuando el Real Madrid titubeó, más valiente que nunca en las salidas, sin nada que hacer en el gol en propia puerta de Ramos y dejando cuatro paradas salvadoras cuando su equipo perdió el balón tras remontar.

4. La emotiva noche de Cristiano. Ha sido el futbolista clave de la eliminatoria con el gol que levantó el partido de la ida en el Santiago Bernabéu y el que sentenció el triunfo en Old Trafford, pero Cristiano no ha sido Cristiano en la eliminatoria ante el Manchester United. Lo sentimental se entremezcló con lo deportivo y tenía razón Mourinho cuando aseguró que preferiría un recibimiento hostil que un merecido homenaje.

La respetuosa afición de Old Trafford lo recibió en pie, con aplausos, sin rencor al que fue icono y en su día decidió marcharse. Y al futbolista portugués le pasó factura. Anoche tuvo uno de esos días repletos de ansiedad, en los que quiso demostrar más aún del gran peso que tiene en el juego de su equipo.

5. Personalidad de campeón. La ha mostrado el equipo de José Mourinho cuando ha llegado la hora de la verdad, en partidos que deciden títulos. Podía haber cerrado la temporada en esta semana marcada en rojo en el calendario, pero, sin embargo, sale victorioso y en el mejor momento del año. Dos triunfos ante el eterno enemigo, el Barcelona, uno con premio de final de Copa del Rey, y evitar el fracaso europeo que habría significado una eliminación en octavos de final de Liga de Campeones. Victorias en el Camp Nou y Old Trafford, dos de los estadios más inaccesibles del mundo, mostrando personalidad de un equipo ganador. Sin apenas sufrimiento ante el Barça y con una buena dosis en Manchester. La irregularidad liguera puede quedar en anécdota porque el cielo se despeja para el madridismo. Se comienza a hablar de triplete y la soñada Décima Copa de Europa.

6. La reivindicación de Higuaín. Han llegado los partidos decisivos y el titular como nueve del equipo ha sido Gonzalo Higuaín por delante de Karim Benzema, que no jugó ni un minuto en la semifinal copera ni en Old Trafford. El Pipita tuvo la oportunidad que pedía y se reivindicó. En la Liga de Campeones nunca ha tenido con el Real Madrid un papel de protagonista principal pero ayer brilló. Supo leer el partido, cayendo a la banda cuando su equipo estaba atascado, ofreciendo siempre movimientos a los pasadores. Estuvo cómodo en la derecha donde primero sirvió un pase envenenado que nadie tuvo fe en ir a rematarlo y al segundo intento encontró a Cristiano en otro gran centro. No marcó, pero fue importante para la remontada. Vuelve a estar por encima de Benzema en una noria que tiene algo perdido a los dos nueves madridistas.

7. Partido intenso para Varane y Ramos. El crecimiento de Varane no tiene techo y provocó que en un partido en el que se jugaba la temporada, Mourinho sentase en el banquillo a Pepe. Al joven central francés le esperaba un difícil examen y estuvo impecable en las acciones defensivas en las que explotó su velocidad pero cometió un error que pudo costar caro. Despejó mal un balón pegado a línea de fondo. En vez de mandar el balón fuera del campo lo quiso jugar y lo entregó al rival. El disparo acabó golpeando en Ramos y se coló en su propia puerta. El andaluz también exhibió sus cualidades defensivas. Forman una pareja de altura, de las más veloces que puede haber y que sacan ambos el balón bien jugado. Se compenetran a la perfección. Acabaron sufriendo, como el Real Madrid, ante el último empuje de orgullo del Manchester United. El conjunto madridista tiene una pareja imperial para años.