River Plate se coronó campeón de la Copa Libertadores tras vencer a Boca Juniors por 3-1 en el Santiago Bernabéu. ( Foto: AP).
River Plate se coronó campeón de la Copa Libertadores tras vencer a Boca Juniors por 3-1 en el Santiago Bernabéu. ( Foto: AP).
Julio Vizcarra Torres

El River Plate de Marcelo Gallardo tendrá la gran chance de ser más inmortal de lo que ya es. Luego de vencer a Boca, en la inédita final de Copa Libertadores disputada en el Santiago Bernabéu, el conjunto ‘millonario’ podría cerrar un año de ensueño con el título del Mundial de Clubes, torneo en el que, más allá de la presencia de Real Madrid, es claro favorito por varios motivos.


El cuatro veces campeón de la Libertadores debutará el próximo martes frente al ganador del cruce entre Espérance de Tunis y Al-Ain de Emiratos Árabes Unidos. Un rival accesible a primera vista si se tiene en cuenta que en la otra llave de semifinales, Real Madrid podría chocar frente al Chivas de Guadalajara.

Para River este Mundial de Clubes representa una chance inmejorable de devolverle la gloria a Sudamérica, algo que no pasa desde la edición del 2012, en el que Corinthians, de la mano de Paolo Guerrero, derrotó 1-0 al todopoderoso Chelsea, precisamente con gol de nuestro compatriota. Luego, la hegemonía ha sido europea.

Ya en el 2015, el equipo ‘millonario’, con Gallardo en el banco, tuvo la oportunidad de jugar la final. Sin embargo, se encontró con un Barcelona lleno de estrellas y con un funcionamiento de máquina. Fue 3-0 con baile incluido. Aquel River jamás estuvo cerca ni siquiera de inquietar al cuadro de Luis Enrique, que con Messi, Neymar, Suárez, Iniesta y compañía se llevó el triunfo caminando. Sin embargo, ahora todo es diferente.

Pasaron tres años y River creció, teniendo como líder a Marcelo Gallardo. El ‘Muñeco’ le devolvió a los ‘millonarios’ la estirpe ganadora a nivel internacional. Además, convenció a sus jugadores de su idea. La prueba más clara fue lo que pasó en la Bombonera y en el Bernabéu, escenarios en los que Gallardo no pudo dirigir por la sanción tras lo que pasó ante Gremio en las semifinales. A ello se suma la capacidad del ex volante para crecer como estratega y sorprender cada tanto a sus rivales. Por algo le dicen ‘Napoleón’ en Argentina.

Y si ello no fuera suficiente, aparece este Real Madrid de Solari que con cada partido solo genera dudas y deja en claro la necesidad de fichajes (fue humillado 3-0 en el Bernabéu por el modesto CSKA en la Champions). Todavía no se repone de la marcha de Cristiano Ronaldo, mientras que el ‘Indiecito’ sigue siendo una apuesta arriesgada de Florentino Pérez.

Se cae de maduro que el presidente contratará a un galáctico cuando se abra el mercado de transferencias, pero ello será después del Mundial de Clubes. Así como es obvio que River perderá a alguna de sus figuras (Palacios tiene todo arreglado para llegar al Madrid), por eso es ahora o nunca para el club argentino.

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