Tévez se sumó a la lista negra de secuestros en Argentina
Tévez se sumó a la lista negra de secuestros en Argentina
Redacción EC

Más de ocho horas sufrieron Carlos Tévez y sus familiares con el secuestro de Segundo Tévez, padrastro del delantero de la Juventus; antes de ser liberado sano y salvo. Sin embargo, este no es el primer rapto de algún familiar de un futbolista argentino. Leonardo Astrada, y los hermanos y Gabriel Milito también pasaron por estos duros momentos.

El último caso de ellos fue el de Lucas Villarruel, jugador de Huracán de Argentina, que fue víctima del secuestro exprés de su padre en septiembre del año pasado.

HERMANO DE RIQUELME
Cuando se encontraba en la puerta de la casa de un amigo, Cristian Riquelme, entonces jugador de Platense y hermano de , fue secuestrado el 3 de abril del 2002. Él estaba a la vuelta de la comisaria de Don Torcuato.

Tras estar más de 29 horas secuestrado, Cristian fue liberado frente a una plaza de Ramos Mejía. El entonces crack de tuvo que pagar 160.000 dólares para volver a ver su a hermano.

PADRE DE HERMANOS MILITO
El 28 de agosto de 2002 fue secuestrado Jorge Milito, padre de y Gabriel Milito, en la esquina de su casa en el barrio La Cañada de Bernal. Dos días después fue liberado.

Al inicio los secuestradores exigieron 200.000 dólares para la liberación del progenitor de los Milito. Sin embargo, los futbolistas acordaron un pago de 100.000 pesos para que Jorge Milito recuperará su libertad.

EL PADRE DE ASTRADA
Sin embargo, el caso que conmocionó más fue el de Rubén Astrada, padre del entonces futbolista de River Plate, Leonardo Astrada. Luego de haber estado 27 días cautivo, el hombre fue liberado el 23 de julio de 2003 en Moreno sin haberse pagado algún rescate.

Durante ese tiempo el futbolista de se comunicó hasta en seis ocasiones con los secuestradores. Los delincuentes habían llegado a pedir 400.000 dólares de rescate.

ÚLTIMO CASO, LUCAS VILLARRUEL
En septiembre del año pasado, Lucas Villarruel, joven jugador de Huracán, fue víctima de un secuestro exprés junto a su padre. Cuando el futbolista estacionaba su camioneta en la puerta de su casa en Lomas del Mirado en La Matanza, sufrió el ataque de los delincuentes.

Su secuestro no duró mucho tiempo, ya que los malhechores los obligaron a dar vueltas por Ciudadela, pero como las víctimas no tenían las tarjetas en sus billeteras y no podían sacar dinero de los bancos, los liberaron en un cuartel abandonado.

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